Más sobre la Torre Cajasol


Lee las reflexiones de Francisco Morilla sobre la Torre Cajasol, enriquecidas ahora a la luz del Convenio Europeo del Paisaje:

REFLEXIONES  sobre la  TORRE-CAJASOL

Obvio debiera ser que en el debate en torno a la Torre Cajasol y su incidencia sobre Sevilla predominasen los criterios arquitectónicos y urbanísticos junto a los de otras disciplinas hoy participantes en la reflexión sobre la ciudad, entre las que están la Ecología y el discurso sobre el Paisaje.

Pero los muy interesados en que se haga realidad la Torre como son la entidad financiera que la promueve, algunos políticos, el autor del proyecto y empresas constructoras adjudicatarias no entran en ninguno de esos criterios y sólo se les conoce hasta ahora afirmaciones rotundas a su favor augurando un gran beneficio y mejora para Sevilla, aunque sin precisar en qué consistiría. Y en ese empeño hacen un uso no actualizado e insustancial de ideas muy usadas cotidianamente que en su origen proceden del ámbito histórico, sociológico-filosófico y científico, cuales son: “modernidad”, “progreso”, “cambio”, “transformación”,..Además de usar truculencias normalmente usadas para la venta en mercadillos y en la propaganda política.

Es por lo que al análisis del proyecto Torre Cajasol con criterios arquitectónicos, urbanísticos, ecológicos y paisajísticos se añadirán criterios históricos, filosófico-sociológicos y científicos para responder con rigor las ideas empleadas por sus defensores.

Es así como ante el proyecto de la Torre Cajasol es posible hacer las siguientes reflexiones:

1ª)- Obvio parece que con el proyecto de la Torre Cajasol se busca una operación económica de gran envergadura similar a otras puntuales que ha habido en España y que lleva a la apuesta por la gran altura.

Pero el debate sobre la Torre Pelli comienza a iluminarse si recordamos que la gran altura en los altos y desafiantes edificios americanos del pasado siglo respondía a situaciones, objetivos y valores de esa época: enorme crecimiento urbano con feroz presión sobre el suelo en las grandes ciudades americanas, ausencia de ciudades históricas y la fe y seducción americanas de entonces por la técnica dominadora de la naturaleza- en éste caso de la gravedad-que posibilitaba a los “ricos” y poderosos del siglo XX afirmarse con la gran altura de sus rascacielos como representación y símbolo de su poderío económico y técnico. Lo que deviene después en tradición constructiva en las ciudades americanas, en las que coinciden un crecimiento urbano poco planificado y regularizado y esa ya tradicional seducción americana por la edificación alta. E imitada después en muchas ciudades.

Décadas después fueron surgiendo otras intervenciones de altura en otras ciudades, algunas de Europa, con fuerte protagonismo económico-financiero internacional y más tarde con la economía globalizada. Y en tales intervenciones la gran altura era ya simbología del “poder económico, aunque sin llegar a aquellas exhibiciones en altura americanas. Aunque en ciudades de China con agobiante presión económica sí se ha imitado después el “gigantismo” arquitectónico americano, ya como tardío alarde tecnológico y como necesidad de emular y autofirmarse de los que aquí llamamos “nuevos ricos”.

Asimismo en España se han realizado intervenciones puntuales en gran altura como las torres de la ciudad del Real Madrid y la Torre Acbar en Barcelona, que son resultado de grandes operaciones económicas. Y como en España el sector inmobiliario y el financiero han tenido gran protagonismo e influencia hasta éste momento han querido también imitar ese tipo de operaciones de gran altura en ciudades menores en donde se presentaba una ocasión. Así ha ocurrido en Sevilla, en donde no existe un gran protagonismo económico internacional ni una tan brutal presión sobre el suelo, ni aparecen razones que puedan justificar una intervención de ese volumen. Aunque sí parece que esa arquitectura símbolizadora de “poder” seduce a algunos que aspiran a él aunque sea como presuntuoso intento de emularlo. Y por ello creen poder seducir también con el efecto espectacular de la gran altura y la simbolización de poder económico con la que en el mundo de la imagen mediática se la suele asociar.

2ª)- En el análisis actual de una intervención arquitectónica de cierta envergadura en una ciudad, o en un territorio, nos encontramos ante un cuerpo conceptual más amplio y complejo, pues estamos ante un mundo abismalmente transformado en relación con el de hace un siglo cuando se imponían las ideas de la primera modernidad y los códigos estéticos del Movimiento Moderno. Pues han ido surgiendo otras ideas y actitudes que han venido rompiendo con las anteriores igual que ellas rompieran con el pasado que la precedió. Es un complejísimo panorama económico, social e intelectual en el que varias disciplinas hacen complejas reflexiones sobre la ciudad, el territorio y la arquitectura que se erige.

Y ante un edificio con las características de la Torre Cajasol parece obligado no detenerse en el análisis del diseño en sí para adentrarse en su impacto sobre la ciudad. Para ello del Informe de expertos(urbanistas, geógrafos, ecólogos, demógrafos,..) sobre CIUDADES  EUROPEAS  SOSTENIBLES de la CE, el cual propone el estudio de 20 indicadores de sostenibilidad urbana, nos ceñimos a los dos que más inciden en éste caso: a) a la escala del edificio derivada de su volumen de ocupación, lo que entra en el ámbito de la arquitectura e incide en el paisaje urbano, y b) a su impacto en el tráfico, lo que entra en el ámbito del urbanismo.

a).- El entorno de la Cartuja y el río estuvieron históricamente unidos a Sevilla con la excepción del periodo en que el ferrocarril los separó, y después han sido incorporados espacialmente otra vez a Sevilla con la EXPO 92 para después ser destinada a zona de usos terciarios con una moderada edificabilidad tal como se la utilizó en 1992, y como ocurre todo a lo largo del río. De ahí que resulte de gran arbitrariedad ubicar ahora en ese espacio una Torre concebida con tan gran altura, pues: 1º)- no existe en el espacio de la Cartuja ni en otros espacios de Sevilla una tan enorme presión sobre el suelo generada por una desbordante actividad económica que demande una intervención de 180 ms de altura como la de la Torre Cajasol; 2º)-la imagen internacional de Sevilla y el papel que desempeña en los circuitos culturales y turísticos es la de ciudad histórica y cultural, al igual que otras ciudades europeas con centro histórico, y no la de ciudad con poder económico y financiero; 3º)- la escala de la Torre emerge bruscamente sobre el resto para demandar un absoluto protagonismo que genera gran desequilibrio visual en el paisaje urbano a ambos lados del río, lo que hasta hoy las anteriores corporaciones municipales de Sevilla habían evitado impidiendo alturas excesivas en aras de preservar unas panorámicas muy definidoras de esa imagen extendida de Sevilla como ciudad histórica que es el papel desempeñado. Por ello también resulta arbitrario el que ahora algunos políticos lleguen a creer que su legitimidad democrática les puede permitir dar paso a intervenciones que rompen entornos y paisajes urbanos históricos conformadores de la imagen de una ciudad. Y se pone más de manifiesto la arbitrariedad cuando se constata que la propuesta de la Torre no obedece a una iniciativa de interés público sino que es un privilegio concedido a una entidad financiera para realizar una gran operación económica en beneficio propio pero ajena a las necesidades de Sevilla como ciudad.

Y es en relación con el desequilibrio e impacto visual que sobre el paisaje urbano de Sevilla ejerce la Torre Pelli por lo que ésta infringe todo el espíritu y el contenido esencial del CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE(CEP) ratificado por el Gobierno de España el 26 de noviembre de 2007 y entrando en vigor el 1 de marzo de 2008.

Ese espíritu se plasma nítidamente en el Preámbulo del CEP en el que se expresa:

Los Estados Miembros del Consejo de Europa, signatarios del presente Convenio,
……….
Preocupados por alcanzar un desarrollo sostenible basado en una relación equilibrada y armoniosa entre las necesidades sociales, la economía y el medio ambiente;

Tomando nota de que el paisaje desempeña un papel importante de interés general en los campos cultural, ecológico, medioambiental y social, y que constituye un recurso favorable para la actividad económica y que su protección, gestión y ordenación pueden contribuir a la creación del empleo;

Conscientes de que el paisaje contribuye a la formación de las culturas locales y que es un componente fundamental del patrimonio natural y cultural europeo, que contribuye al bienestar de los seres humanos y a la consolidación de la identidad europea;

Reconociendo que el paisaje es un elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones en todas partes: en los medios urbanos y rurales, en las zonas degradadas y de gran calidad, en los espacios de reconocida belleza excepcional y en los más cotidianos;

Tomando nota de que la evolución de las técnicas de producción agrícola, forestal, industrial y minera, así como en materia de ordenación regional y urbanística, transporte, infraestructura, turismo y ocio y, a nivel más general, los cambios en la economía mundial están acelerando en muchos casos la transformación de los paisajes;

Deseosos de responder a la aspiración general de disfrutar de paisajes de gran calidad y de participar activamente en el desarrollo de los paisajes;

Convencidos de que el paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social y de que su protección, gestión y ordenación implican derechos y responsabilidades para todos;

Teniendo en cuenta los textos jurídicos existentes a nivel internacional en materia de protección y gestión del patrimonio natural y cultural, de ordenación regional y espacial, de autonomía local y de cooperación transfronteriza, en particular, el Convenio relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa (Berna, 19 de septiembre de 1979), el Convenio para la salvaguarda del patrimonio arquitectónico de Europa (Granada, 3 de octubre de 1985), el Convenio Europeo para la protección del patrimonio arqueológico (revisado) (La Valeta, 16 de enero de 1992), el Convenio Marco Europeo sobre cooperación transfronteriza entre comunidades o autoridades territoriales (Madrid, 21 de mayo de 1980) y sus protocolos adicionales, la Carta Europea de Autonomía Local (Estrasburgo, 15 de octubre de 1985), el Convenio sobre la diversidad biológica (Río de Janeiro, 5 de junio de 1992), la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural (París, 16 de noviembre de 1972) y la Convención sobre el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales (Aarhus, 25 de junio de 1998);

Reconociendo que la calidad y la diversidad de los paisajes europeos constituyen un recurso común y que es importante cooperar para su protección, gestión y ordenación;
…………..
Y después ya formulan en el primer capítulo el contenido legal y conceptual del paisaje :

CAPÍTULO I – DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1 – Definiciones

A los efectos del presente Convenio:

a)    por “paisaje” se entenderá cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos;
…………………
d) por “protección de los paisajes” se entenderán las acciones encaminadas a conservar y mantener los aspectos significativos o característicos de un paisaje, justificados por su valor patrimonial derivado de su configuración natural y/o la acción del hombre;

e) por “gestión de los paisajes” se entenderán las acciones encaminadas, desde una perspectiva de desarrollo sostenible, a garantizar el mantenimiento regular de un paisaje, con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas por los procesos sociales, económicos y medioambientales;

Resulta bastante explícito el espíritu que inspira al CEP en el Preámbulo así como en el contenido esencial y definitorio del Artículo 1, pero resulta igualmente explícito el ámbito de aplicación tal como se explicita en el

Artículo 2 – Ámbito de aplicación

Con sujeción a las disposiciones contenidas en el artículo 15, el presente Convenio se aplicará a todo el territorio de las Partes y abarcará las áreas naturales, rurales, urbanas y periurbanas. Comprenderá asimismo las zonas terrestre, marítima y las aguas interiores. Se refiere tanto a los paisajes que puedan considerarse excepcionales como a los paisajes cotidianos o degradados.

Es desde el Artículo 1 y de éste Artículo 2 desde los que puede considerarse como paisaje urbano el entorno conformado por ambas márgenes del Guadalquivir en cuanto pertenecientes a una ciudad histórica, y el que permite afirmar que la Torre Pelli es un proyecto lleno de arbitrariedad que al romper la unidad de ese paisaje urbano se aparta e infringe plenamente el espíritu y el contenido esencial del CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE.

b) –La Torre también ejerce un impacto negativo sobre el modelo de transporte tendencial en el acceso a Sevilla por el oeste. Pues en Sevilla concurren circunstancias muy específicas en el espacio del oeste donde se ubicaría esa Torre y otras que aspirarán a seguir su ejemplo. Se trata del espacio geográfico-urbanístico de Sevilla cuyas características geográficas y posterior evolución urbanística es la peor para ello, al estar situados al oeste de Sevilla el Guadalquivir y la Corta del río en la Cartuja y más hacia el oeste la Cornisa del Aljarafe. El río y la Corta son una doble barrera natural para el gran tráfico rodado que se ha generado hacia Sevilla al canalizar ese tráfico por sólo cuatro pasos distanciados( puente del Alamillo, puente del Cachorro y dos puentes a San Juan). Y la Cornisa del Aljarafe supone otra barrera para el paso de tráfico rodado en cuatro pasos( la A-8077 de Camas-Albaida, la A-49, la antigua carretera a Huelva y la autovía al sur del Aljarafe) que después se reducen a tres cuando en la Pañoleta se unifican la A-49 y la carretera a Huelva.

Y aún con esas limitaciones de acceso a Sevilla fue surgiendo después de la EXPO92 un crecimiento urbanístico incontrolado que generó: asentamientos residenciales en Camas, Coria, Gelves, Puebla del Río y después en Santiponce, Guillena, las Pajanosas,..también una gran concentración de terciario desde la Pañoleta hacia el sur y, sobretodo, la enorme acumulación residencial en la primera y segunda corona del Aljarafe. Ese urbanismo residencial ha ubicado en la periferia a gran cantidad de población que mantiene el empleo en la Sevilla central, por lo que se ha generado una dependencia funcional excesiva de la periferia respecto de Sevilla capital con enorme tráfico orientado radiocéntricamente hacia ella. A ello se añade también la inevitable dependencia de Sevilla en cuanto actividades de ocio, culturales, servicios especializados, ..inexistentes en el urbanismo periférico incontrolado.

Ello ha determinado en el sector oeste la saturación y colapsamiento de los pasos por el río y la Cornisa, y de la SE-30 por la vega. Y ante ese problema se han propuesto medidas: el incremento del transporte público frente al uso del vehículo privado, la línea METRO 1, el carril-bus, el tren de cercanías…Pero esas medidas pueden atenuar ostensiblemente el problema aunque no invertirlo hasta su casi desaparición. Pues esa zona oeste mantendrá irreversiblemente ese problema derivado de sus circunstancias geográficas y crecimiento urbanístico caótico que la han conformado así como un hecho consolidado. Y es de destacar que el incremento en el número de pasos(puentes) por el río no resolvería nada por estar agotada la capacidad de acogida de vehículos privados de la Sevilla Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión), tal como bien se analiza en el PLAN DE TRANSPORTE  METROPOLITANO de la Consejería de Obras Públicas, pues éste en las págs 26 y 28 diagnostica:
a) “la creciente congestión del viario urbano y del agotamiento de la capacidad de acogida( de aparcamiento)de la Ciudad Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión”; b) que la Línea 1 de Metro al Aljarafe y el Metrocentro “tienden a romper ese modelo”…”pero estas actuaciones, que suponen el inicio de un nuevo modelo, pueden no ser suficientes por sí mismas para cambiar las tendencias de un proceso que…aparece como claramente no viable a medio y largo plazo ”; c) “que la capacidad viaria actual se encuentra agotada en todos los corredores”; d) que la Ciudad Central “carece de capacidad para absorber la movilidad metropolitana e interna a medio plazo, si ésta se produce en vehículo privado”; e) que “el impacto ambiental del modelo de transporte tendencial no es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales”.
Y es importante poner de relieve que las anteriores afirmaciones del PLAN DE TRANSPORTE  METROPOLITANO se hicieron ajenas a la posterior aprobación de la propuesta de la Torre Cajasol. Es por lo que sorprende que después se haya aceptado la propuesta de ubicar la Torre, y otras posibles, junto a una de las dos vías de paso por el río más colapsadas de toda el Área Metropolitana por el alto tráfico desde el Aljarafe y la vega a Sevilla, pues con su gran volumen albergará una enorme concentración puntual de actividades y servicios. Y ello supone generar en torno a ella una enorme concentración de desplazamientos individuales(generados/atraídos), que mayoritariamente irán en vehículo individual. Y con las medidas antes citadas la atenuación del problema sería menor que el incremento brutal en desplazamientos generados/atraídos que una edificabilidad tan alta como la de esa Torre y otras que le sigan generarán en la estructura urbana actual del ámbito Central de Sevilla(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión).

Y en el mismo sentido expresado en el PLAN DE TRANSPORTE  METROPOLITANO cabe preguntarse si es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales el modelo de transporte tendencial que ya existe y al que reforzará negativamente la Torre Cajasol por el impacto ambiental resultante en emisiones( gases y ruidos).

Esa Torre y otras agravarían insolublemente el problema urbanístico por el oeste de Sevilla, y es por lo que de persistir el interés en su ejecución deben ubicarse en otros espacios donde no se den esas condiciones tan negativas. Y que pudiera ser en un espacio exterior a la SE-30 suficientemente distante de los pasillos aéreos al aeropuerto.

3ª)- Al no poder justificarse la gran altura de la Torre Cajasol y su ubicación con argumentos arquitectónicos, urbanísticos y paisajísticos sus defensores pretenden convencer sobre su idoneidad con el uso muy generalizante e insustancial de ideas muy usadas cotidianamente, y así dicen que la Torre va con la “modernidad”, con el “progreso”, con el “futuro”, con la “transformación” de Sevilla,..Y que son ideas procedentes del ámbito histórico, sociológico-filosófico y científico. Después utilizan la ruda estrategia argumental de colocar a los que se oponen a la Torre como “no abiertos” a las anteriores ideas, además de emplear estrategias conocidas en el marqueting comercial y político.

En el primer caso tanto si hacen un juego encubridor como si creen en esas ideas convendría con un breve interludio histórico recordarles lo que en ellas ha acontecido desde sus orígenes. Pues entre los discursos del Proyecto Ilustrado el que se impone para la posterior modernidad es el que concibe la historia como un  proceso global de continua superación y progreso social, económico, científico, artístico,..en el que el presente y el futuro deben olvidar y superar siempre al pasado. Pero al sólo imponerse el continuo progreso y crecimiento en la economía y la técnica se genera una fractura entre progreso económico y realidad social, y de ahí surgen sucesivos discursos críticos alternativos contra el capitalismo durante el XIX y el XX hasta los años sesenta del pasado siglo con la consolidación de las democracias occidentales y cuando el periodo de mayor estabilidad y prosperidad del capitalismo que va desde finales de los cuarenta a comienzos de los setenta(D. Aldcroft, 1978, E. Hobsbawm, 1995) termina consolidando el estado de bienestar,  habiéndose pasado del capitalismo productivista y del ahorro al capitalismo del consumo y del gasto. Y en el arte la celebración del “advenimiento de lo nuevo” en Baudelaire es continuada por los muchos movimientos y vanguardias artísticas del XIX y XX en continua ruptura con todo pasado. Pero tras la 2ª GM la industria se va apropiando de lo “nuevo” al imponer la “novedad” como estrategia de continua renovación de oferta y demanda, e iba así vaciando el contenido subversivo de lo “nuevo”. Y a finales de los sesenta se percibía algún agotamiento en las vanguardias y movimientos artísticos y se comenzaba a reconsiderar la incondicional ruptura con el pasado y apuesta de futuro por lo que esa etapa ya se comienza a considerar como “postmoderna”. También en los años sesenta se percibía la contaminación ambiental(R. Carson, 1962), y se hablaba sobre “los límites del crecimiento” económico y demográfico(Ward y Dubos, 1969), se perfilaba el discurso de la ecología humana, emergía en los setenta el movimiento ecologista en la política y se cuestionaban los discursos y proyectos emancipadores de la anterior modernidad(Lyotard, 1979), cuando ya a finales de los setenta había quedado atrás el gran auge económico y las crisis y recesiones retornaban. Asimismo en los años setenta y ochenta era intenso el debate filosófico-sociológico en torno a lo “postmoderno”, la “posthistoria”, la “muerte de la modernidad”, su posible conexión con la crítica a los fundamentos de la racionalidad moderna en Nietzsche y Heidegger,.. (Lyotard, 1979, Vattimo, 1979 y 1985, Habermas, 1980 y 1985, Baudrillard, 1976, 1979, 1981,…). Y las fases más recientes de la modernidad globalizada en las que ha dominado la política económica neoliberal conservadora las ha venido interpretando la sociología como: “modernidad reflexiva”(Giddens, 1990), “segunda modernidad” y “sociedad del riesgo”(Beck, 1999), “modernidad líquida”(Bauman, 2000), “hipermodernidad” (Aubert, Lipovesky, 2005),..bajo una dinámica de cambio feroz e incierta a la par que se ha ido agrandando la “preocupación ecológica”. Y es importante resaltar que si el discurso de algunas ciencias y tecnologías fue incidiendo o favoreciendo, aunque implícitamente, el continuo progreso y crecimiento económico ello colisiona hoy frontalmente con los discursos de la ecología, la actual geografía, la ordenación del territorio y otras investigaciones científicas. Así al haberse agotado el primer proyecto de futuro que se había venido renovando hasta hace unas décadas unos han afirmado que se caminaba hacia no se sabe qué futuro( Hobsbawm, 1995 ), y  otros proyectan la idea de colapso(Diamond, 2005) sobre el horizonte.

Tal secuencia de ideas y actitudes muestra los sucesivos cambios en el seno de la “modernidad”, por lo que pronunciarse hoy en términos de “modernidad”, “progresismo”, “futuro”, “cambio”,…a secas es una total indefinición vacía de contenido bajo la que puede conocerse sólo una parte de lo ocurrido hace varias décadas pero nada de lo que hoy ocurre.

En relación con las segundas estrategias argumentales ha de resaltarse que entre empresarios, políticos, técnicos y en algunos arquitectos sigue interiorizada aún aquella concepción optimista de la historia como continua superación, progreso,..con desarrollo y crecimiento económico ilimitados. Así el presente y el futuro deben seguir siendo siempre superiores al pasado generando el hábito de percibir sólo avance y superación en la realidad, obviando lo negativo de ella, y obligando a “estar abierto” incondicionalmente a todo lo “moderno” y “nuevo” que nos traiga. Y ello impone la aceptación optimista, “realista” y a-crítica de todo lo que acontezca.

Con esas concepciones se comprende que políticos, empresarios y algunos arquitectos sean proclives a considerar como “no abiertos” al “progreso”, a la “modernidad”, a lo “nuevo”,..a los que no aceptan lo que ellos conciben todavía hoy como tal. Y que el rechazo de la Torre Cajasol también lo consideren como ausencia de “realismo”, e incluso como un “no comprender la realidad económica mundial”.

Pero en el caso que aquí nos ocupa lo que no se acepta es la mimética importación a Sevilla de intervenciones arquitectónicas que como la Torre Cajasol son grandes operaciones inmobiliarias como otras realizadas en España que sólo benefician a sus promotores, y que también tienen mucho de presuntuosa imitación de las que se prodigan en grandes ciudades que son capitales del poder financiero mundial (N. York, Londres, los Angeles, Chicago, Houston, Tokio,…), siendo Sevilla, como ya se ha expresado antes, una ciudad mucho más pequeña y sin la presión de la economía sobre el espacio que existe en aquellas grandes ciudades, y con otro papel en la escena europea. Y, además, la intervención de la Torre Cajasol se hace en el lugar menos adecuado urbanísticamente.

4ª)- El último argumento desplegado por políticos y banqueros es el de los “puestos de trabajo” que crearía la Torre. Para ello van inflando cifras sobre tales puestos de trabajo así como atribuyendo a Sevilla, y hasta a Andalucía, los beneficios que se llevará para sí misma la entidad bancaria.

*

Por todas las anteriores consideraciones es posible concluir que la decisión de ejecutar la Torre Cajasol, y otras que pudieran aparecer, carece de justificación por su incidencia negativa en el modelo de transporte del Área Metropolitana de Sevilla y por el tan brusco contraste que genera con las escalas edificatorias que han conformado a Sevilla por el oeste, así como no es posible encontrarle alguna justificación con los criterios hoy empleados en el análisis urbano y territorial. Y es una ilusa pretensión de modernidad al alinearse con ideas y actitudes muy simplificadas de una primera modernidad que hace décadas ha cambiado profundamente.

Es por ello una decisión arbitraria en aras de una gran operación económica que sólo beneficia a la entidad financiera que la promueve y a las empresas adjudicatarias, y siendo asimismo arbitraria la actitud de algunos políticos al creer que su legitimidad democrática les debe permitir llegar hasta tomar decisiones que rompen las perspectivas que la historia ha ido dejando en una ciudad.

Es por lo que en ese lugar puede ejecutarse otro edificio de semejante finalidad pero cuyo planteamiento deje de estar contaminado por emulaciones de símbolos foráneos carentes de actualidad, y de manera que su menor altura y edificabilidad no impacten tan negativamente ni en la funcionalidad urbanística de Sevilla ni en su perspectiva arquitectónica y patrimonial. Y que de existir empeño en la ejecución de esa Torre y otras se ubiquen en otros espacios de Sevilla donde no genere los problemas descritos.

Sevilla, 2009.   Francisco Morilla Gordillo

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