SEVILLA DESTRUYE LO QUE CHICAGO CONVIERTE EN SU EMBLEMA


La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla ha presentado hace unos días un programa denominado “Inventario y diagnóstico de los monumentos de Sevilla”. Su objetivo es, según palabras del Delegado: Antonio Rodrigo Torrijos, “hacer una pedagogía sobre la importancia de los monumentos y la necesidad de una adecuada conservación y gestión patrimonial”. Este programa incluye diversas actividades que ayudarán a divulgarlo, desde unas jornadas universitarias sobre monumentos a una exposición específica sobre este inventario, pasando por una posible publicación final de la investigación con el fin de que sea accesible a “todas y todos” los sevillanos.
Iniciativa Sevilla Abierta ha realizado varias campañas sobre este asunto: unas para resaltar el excesivo protagonismo que el localismo, el folclore y la religión católica tienen en las estatuas ya existentes y que parece continuar con las últimas erigidas a la Duquesa de Alba y a la Infanta Doña María de las Mercedes, madre del Rey; olvidando a personajes destacados del mundo de la Ciencia, de la Cultura y de la Política que han contribuido al avance de nuestra sociedad como Blanco White, Cernuda, los Machado, Olavide, Nebrija, Francisco Guerrero, Chaves Nogales, Joaquín Turina, Antonio de Ulloa, etc; otras, instando al gobierno municipal a la creación de un Comité de Expertos formado por personas destacadas del mundo de la cultura, la ciencia y la política que asesore y decida sobre las características de los monumentos a erigir, valorando los méritos de la persona o idea representada así como a la calidad de la obra que la materialice.
Siguiendo con esta política de mirar más al pasado que al futuro, y de poco interés en la capacidad referencial de ciudadanos o ideas destacadas en el mundo contemporáneo, el inmenso patrimonio que nos dejó la Exposición Universal de 1992, periodo efímero de Sevilla como ciudad cosmopolita,  ha sido dilapidado casi en su totalidad.  Obras de artistas actualmente muy valorados como el angloindio Anish Kapoor creador de la escultura del Millenium Park de Chicago, una pieza de acero inoxidable de 110 toneladas denominada “The Bean” (la judia) que se ha convertido en el emblema de la ciudad; o el excelente mural el “Verbo América”, una obra de 40 metros de largo por 3,6 de ancho, del chileno Roberto Matta que se encontraba ligeramente deteriorado hace 3 años cuando denunciamos su estado, y que en la actualidad se encuentra completamente destruido, lo que es más relevante en esta ciudad con tanta tradición y valoración de la cerámica.

El vandalismo de esta ciudad no es el único responsable de este deterioro, también la actuación de las autoridades que deben velar por su conservación y divulgación ha contribuido a esta destrucción patrimonial: así la Torre de Anish Kapoor fue derribada por la sociedad Isla Mágica (ya que era incompatible con el desarrollo del proyecto según argumentaba su director). Sevilla destruye lo que Chicago convierte en su emblema. También la falta de custodia de la administración y la acción de los  ladrones ha contribuido a la pérdida de otras obras. No disfrutaremos de las piezas irrecuperables del italiano Ettorre Spalletti, del aleman Stephen Balkenhol, la austriaca Eva Lootz y de otros artistas contemporáneos.

En esta ciudad sólo se fomenta la imagen de una sociedad que se jacta de su antigua grandeza y que está ensimismada en su indolencia; mientras que los ciudadanos que luchan por su modernización asisten atónitos a la desaparición de las creaciones de talento que nos proyectarían hacia el futuro y al mundo.

Por todo ello, apoyamos esta iniciativa y deseamos que consiga la recuperación de algunos monumentos deteriorados, la conservación de los existentes y la divulgación de este patrimonio. Pero mirando al futuro, lo necesario es un cambio en la temática de las estatuas y monumentos, dando preferencia a las personas que han contribuido a alcanzar los niveles de desarrollo de nuestra sociedad en el campo de la ciencia, la cultura y otras áreas olvidadas, lo que se logrará con la creación de una Comisión de Expertos que garantice tanto la idoneidad del tema como la calidad de la obra.

El artista angloindio Anish Kapoor expone actualmente en el museo Guggenheim de Bilbao bajo el patrocinio de Iberdrola una serie de esculturas monumentales. También ha sido el creador de la escultura del Millenium Park de Chicago, una pieza de acero inoxidable de 110 toneladas denominada “The Bean”, “La Judía”, que se ha convertido en el emblema de la ciudad.
El mismo autor, con la participación de una de nuestras empresas subvencionadas y ruinosas, ha sido totalmente despreciado con la demolición de su obra situada en el recinto de la Cartuja. El argumento del director de la empresa para su derrumbe ha sido contundente. «La torre era de ladrillo y no se podía mover, estaba en una zona necesaria para el desarrollo del proyecto y se demolió, como también se demolieron muchos pabellones autonómicos alrededor del lago de España», explica Antonio Peláez, director general del parque de atracciones Isla Mágica.
SEVILLA DESTRUYE LO QUE CHICAGO CONVIERTE EN EMBLEMA Y BILBAO EXPONE.

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2 Comments

  1. JOSE ANTONIO SALIDO
    8 mayo, 2010
    Responder

    Hola. Soy José Antonio Salido, Jefe del Gabinete de la 1ª Tenencia de Alcaldía del Ayuntamiento de Sevilla. Por indicación de Antonio Rodrigo Torrijos, que ha leído ayer en El Correo la interesante tribuna sobre los monumentos, su conservación, el catálogo, la conclusión, etc., me dirijo a vosotros con la intención de que tengamos un contacto.

    Si fuera posible que me pasaseis un teléfono donde hablar de aquí al lunes por la mañana, a este mismo correo o al oficial jasalido@sevilla.org donde explorar la posibilidad de un encuentro con el Primer Teniente de Alcalde.

    Recibid un cordial saludo, a la espera de vuestras noticias.


    José Antonio Salido
    Jefe de Gabinete 1ª Tenencia de Alcaldía
    Ayuntamiento de Sevilla

  2. Rafael
    26 enero, 2011
    Responder

    Hola:
    Comparto plenamente el artículo comentado, excepto en un concepto: no es bueno echarle la culpa «al pasado». El Patrimonio Histórico-Artística y Monumental de esta ciudad no es discutible, ni su conservación está reñida con el mantenimiento de bienes patrimoniales como los incluidos en el artículo de referencia.
    Por el contrario, lanzarse contra la conservación del Patrimonio está dando la razón a sus depredadores, a quienes han creído, o se fuerzan en creer, que la «modernización» de una ciudad pasa por la destrucción de su pasado. No. Ambas cosas son compatibles y, en la medida en que lo moderno pueda llegar a formar parte de ese Patrimonio, ambas deben respetarse y compatibilizarse. De acuerdo, totalmente de acuerdo, en que la destrucción del Patrimonio de la Expo-92 es una responsabilidad por la que deberían rendir cuentas sus actores. Pero la conservación de la Sevilla Histórica y Monumental no tiene la culpa de nada. Por el contrario, esta Sevilla de valor universal, cada vez está más devaluada por culpa de esos mismos actores.
    Compatibilicemos, unamos ambas cosas, y defendámoslas al mismo tiempo, unidas, como deben estar, sin que ningún falso concepto de «modernismo» tienda a sustituir a la otra parte, igualmente importante e igualmente irrecuperable cuando se ha perdido.
    Saludos,

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