El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha anunciado un refuerzo del transporte público municipal de autobuses ante la inminente apertura del nuevo centro comercial Lagoh , construido en Palmas Altas. El proyecto, cuya inversión total es de 260 millones de euros, contará con 200 establecimientos comerciales y se prevé que reciba en torno a 14 millones de visitas al año, generando unos 140 millones de euros en ventas anuales.
Desde la Asociación ISA consideramos necesario que el Ayuntamiento de Sevilla realice un ejercicio de transparencia e informe detalladamente cómo se va a ejecutar este plan de refuerzo de Tussam. Es decir, si se van a reforzar varias líneas de autobuses para que lleguen a un lugar donde ahora no hay cobertura de transporte público, lo que supondrá un aumento de la plantilla o de horas extras de los trabajadores actuales, ¿cuánto dinero se presupuesta para esa acción? ¿Repercute en detrimento de restar recursos a otras áreas de la ciudad en las que, además de vecindario, también hay actividad comercial?
Evidentemente, el Ayuntamiento ha de tener en cuenta la realidad de la sociedad de consumo. Como hace en el periodo navideño de compras y ocio, con los planes de tráfico que se llevan a cabo en zonas como Nervión o el casco antiguo, y que benefician al sector comercial. Y es comprensible que el Ayuntamiento tenga en cuenta la envergadura de la inversión que el consorcio inmobiliario Grupo Lar lleva a cabo con el centro comercial Lagoh. Grupo Lar ha asumido la realización de obras en sus aledaños para facilitar la llegada y salida de vehículos en conexión con su gran aparcamiento subterráneo. Pero, tras los primeros días de funcionamiento de Lagoh, para hacer frente a la curiosidad en la ciudadanía, y cuando se normalice el flujo de visitantes, ¿cuál va a ser el equilibrio entre lo público y lo privado?
Los promotores del centro comercial ya conocían, antes de su construcción, la carencia de red de transporte en esa zona. Ni Metro, ni trenes de cercanías, ni líneas de autobuses. Una ubicación que, además, cuenta con el agravante de estar muy próxima a una vía tan estratégica para el tráfico metropolitano de camiones y de turismos como es el Puente del Quinto Centenario. El gran cuello de botella, por su escaso número de carriles, para la eficiencia de la movilidad y la logística en Sevilla y su entorno. Para el Puerto de Sevilla, para importantes polígonos industriales y de servicios, para numerosos municipios. Desde que se inaugure Lagoh, a una vía muchas veces congestionada se le superpondrá un notable incremento de tráfico. Y el debate está servido: ¿cómo ha de financiarse la prolongación de líneas de transporte público a las grandes superficies comerciales enclavadas en los confines de la periferia urbana? ¿A todas, en función de su número de metros cuadrados? ¿Y por qué no se hace un esfuerzo para favorecer que se pueda ir a trabajar en transporte público a los polígonos industriales?
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