Se fue el Instituto Francés, cerró Endanza, Pepe Cobo mudó su galería a Madrid y de la de Juana de Aizpuru ya ni nos acordamos. La Fundación Lara reduce al mínimo su presencia en la ciudad.
Eso sí, el pregón… «que Sevilla se merece».
Lo otro probablemente también.
El último, que apague la luz, por favor.
¿Tendremos que hacer lo mismo con el blog?
Y el desastre Biacs sigue devorando presupuestos sin que ISA diga nada, la acción ciudadana resiste lo que no hacen las galerías y la ISA sigue por las ramas, revoloteando sin una real implicación con la ciudad.
que si premios, que si no a esta estatua de JP2, con la de estafa laica de todas las estatuas que pone el ayuntamiento, con la regularización extrema del uso de las vías públicas que están haciendo, acosando a los jóvenes… bueno Isa morena, Isa con garbo es lo que hace falta
Creo que no todos tienen porqué trabajar por la ciudad de la misma forma. Hay quien lo hace desde el activismo callejero y hay quien prefiere procedimientos más tranquilos. No sólo no son incompatibles, sino que es deseable que el movimiento ciudadano sea plural.
¿O es acaso antagónico defender el uso libre del espacio público y querer evitar que la ciudad de Sevilla dedique parte de ese espacio a homenajear a un personaje como Juan Pablo II?
Es por otra parte de buena salud democrática (y mental) no suponer que el orden de prioridades de uno es un absoluto.
¡Viva la sinergia y abajo el cainismo!
La sinergia no se produce cuando uno de los elementos está en desventaja. Me he dado cuenta hace tiempo de que en Sevilla la superstición en forma de religiosidad constituye una losa pesada. Se trata de adorar a ídolos multiformes que sustituyen al antiguo politeísmo: cientos de Vírgenes, abanico de Santos y toda la Corte celestial. Me parece bien que los que se llaman religiosos actúen como tales, pero que no nos impongan sus
ideas a machamartillo, ni se adueñen de las calles.Como anteriormente apuntó un compañero en este foro, los religiosos que pongan sus estatuas en las iglesias y que vivan y dejen vivir; mas que no pretendan llenar todo el espacio público. Nuestra ciudad derrocha cultura por todos los poros, en nosotros está equilibrar la balanza, para que se produzca la sinergia(pero sin parásitos ni bacterias).