PARA constatar la interesada manipulación de la naturaleza, tanto de promotores que construyen como de políticos que autorizan, basta un dato: si a una urbanización la llaman Los Olivos, Las Adelfas o Las Sabinas lo hacen para recordarnos que las hubo y que no han dejado ninguna. Esa pasión depredadora es evidente también en las declaraciones recientes del alcalde y del rector, que justifican en el extraño argumento de su preocupación por la educación el que la Biblioteca de la Universidad se construya en el parque del Prado. Declaraciones que deben ser contrastadas con la muy distinta realidad de algunas de sus actuaciones.
En lo relativo a la Alcaldía, en la ciudad son innumerables los alcorques vacíos, las calles sin sombra, los árboles utilizados para grapar todo tipo de anuncios o humillados -como las jacarandas del inicio de la calle San Fernando- por gruesos tubos rojos que trepan por sus cortezas enfermas. En el Parque del Prado se han instalado en los últimos meses una feria medieval, otra de productos latinoamericanos y una feria de la gamba, así que los sevillanos no lo utilizamos para que los niños jueguen, para leer a su sombra o dibujar sus colores, sino para comprar chucherías, tomar copas en kioscos con la música a todo volumen y para que nos ahogue el albero que levanta la ineficaz y ruidosa máquina sopladora con la que se limpia. El uso respetuoso de los espacios públicos es desde luego un signo de educación y el degradado entorno de una biblioteca cercana, la Infanta Elena, pone de relieve que no se toman las medidas imprescindibles para controlar el impacto que implica su uso por miles de estudiantes.
Y en cuanto a la Universidad, un ejemplo reciente de su falta de compromiso con una arquitectura que tenga en cuenta el bienestar de quienes la utilizan es la recién inaugurada Facultad de Derecho. En el edificio dedicado a los despachos del profesorado, y en el que tendrán que trabajar hasta su jubilación, las pequeñas ventanas tienen gruesas lamas que ocultan el cielo y obligan a mantener siempre la luz encendida. En el exterior los bancos están al sol, en la amplísima acera de la calle Ramón y Cajal tampoco hay un árbol e incluso en la histórica Fábrica de Tabacos bastantes arriates han sido rellenados con cemento.
Iniciativa Sevilla Abierta tiene entre sus fines defender que la sostenibilidad debe ser un criterio fundamental a considerar en las decisiones que se tomen sobre nuestra ciudad y, por ello, creemos que existen espacios más adecuados para ubicarla: la propia Fábrica de Tabacos o el solar de la Avda del Cid. Pero además, como los edificios de Zaha Hadid guardan relación con un concepto de la arquitectura que prima la forma sobre el uso de lo edificado, creemos imprescindible garantizar la adecuación de su espacio a la finalidad prevista. Ejemplos como el Museo de la Ciencia de Valencia deberían ser suficiente aviso sobre la inutilidad y el enorme costo económico que suponen edificios que olvidan la habitabilidad.
En estos años de crisis, la modernidad implica algo muy distinto: ahora los nuevos nombres de la arquitectura defienden la simplicidad, la levedad, edificios que se integran en la naturaleza, que se funden con su entorno. Por eso creemos que la biblioteca debe ser un edificio luminoso y sostenible. Y también nos gustaría que la recuperación, no sólo de los árboles sino también del pobre diseño de la jardinería del parque, se encargue a un paisajista que ame las plantas y que sea capaz de ordenarlas para potenciar su belleza y nuestro disfrute.
(Publicado en Diario de Sevilla 4/7/09)
Pues considero que esta biblioteca debe construirse, no veo daño alguno al parque del Prado. Esto fue un solar de albero durante muchos años y esos vecinos nunca se quejaron de que no habia árboles.
En nuestra ciudad no ha cultura de parques, como si la hay en otras ciudades, tenemos parques preciosos y jardines , que apenas se usan..siempre estan vacios. la gente prefiere los bares o las terrazas en las que hay que consumir. Luego está el problema del vandalismo, y hay que cerrar y vallar los parques a las 10 de la noche, una pena.
Pues eso..que hace falta vigilancia y mantenimiento de nuestros parques y jardines, y potenciar mas su uso. Los parques estan para usarse , para vivirlos ..no solo para presumir de que los tenemos ahi, vallados y acotados..como un museo,..como los del Alcazar.
Esa Biblioteca no afecta negativamente a esos jardines , para nada..seria un error y un gran coste economico anular esa obra, simplemente por el uso partidista de unos vecinos, seguramente manipulados por algun «personaje influyente», y encima rechazar el proyecto aludiendo a razones «ecologistas» , defensoras de los arboles..jajajaja..es que da risa..y rabia a la vez, la hipocresía y falsedad de argumentos de algunos.
Se puede hacer oposición a la gestion del ayuntamiento claro que si, pero no manipulando a la gente, y yendo contra todo proyecto..sea lo que sea…sin aportar nada productivo.
salud.
me pregunto si estos defensores de los jardines del prado, van ha interponer algún tipo de denuncia por el proyecto de paso de la SE-35 por el parque del tamarguillo o por la tala de acacias en el barrio del Porvenir, etc. Yo pienso que no. Aquí de lo que se trata es que estos vecinos se van a quedar sin unas vistas fantásticas, sobre el prado y parte del casco antiguo, y me parece muy lógico que luchen por mantenerlo para eso estamos en una democracia. Pero que sean honestos y que lo digan y no se escuden detras de un falso ecologismo.
Pero realmente la cuestión de fondo de este asunto es el interes general de la ciudad, representado por la biblioteca y el interes particular defendido por lo vecinos.
Desde mi punto de vista la biblioteca del prado es un proyecto positivo para la ciudad, en una urbe tan falta de cultura. Si a eso añadimos que el diseño del edificio es de uno de los arquitectos más importantes a nivel mundial en estos momentos ( un dato que los vecinos deberián tener en cuenta, aunque en esta ciudad lamentablemente el conocimiento y el respeto que se tiene hacia la arquitectura y el arte contemporaneo en general es nulo; aquí los movimientos artísticos se terminaron en el siglo «diesisiete»)Hay que esperar que el recurso interpuesto termine siendo positivo para la terminación del proyecto. Saludos
Lo que no tiene sentido es gastarse ese dineral en una biblioteca en pleno siglo XXI. ¿Puede alguien informarle a estos señores de que las bibliotecas que cuentan están en la red y que cualquiera accede a ellas desde su ordenador? La biblioteca del Prado podría construirse convirtiendo el parque en una gran área wi-fi, donde todo el mundo pudiera acceder con su portátil a la información bibliográfica de la Universidad de Sevilla y, mejor aún, del resto del mundo.
Si se quieren gastar dinero en un edificio, que lo destinen a sacar de la cutrez los puestos de trabajo de muchos profesores de esa universidad.
Desde hace años acumulo en un cajón denuncias presentadas ante el rectorado sobre la suciedad y el vandalismo que sufre la Fábrica de Tabacos y -para que no quedaran dudas-acompañadas de las fotografías correspondientes. Jamás he recibido una respuesta ni he visto que se tomaran medidas. También ante organismos de la Alcaldía y de la Junta he denunciado idénticos problemas en el Parque del Prado y con el mismo resultado. Y ahora resulta que los preocupados por la educación son ellos y yo sólo una privilegiada que quiero tener buenas vistas desde mi balcón ¡¡¡País!!!
Muy de acuerdo con el texto de ISA, en la polémica sobre la Biblioteca del Prado se pierde muchas veces de vista que el problema fundamental radica en la ubicación del edificio más que en su supuesta modernidad, por lo que supone de eliminación de zonas verdes y el negativo mensaje que implica este urbanismo de quita y pon. El primer mensaje que recibiremos de esta biblioteca (si es que al final se construye) es haberse realizado a costa de una zona verde consolidada, lo cual no parece muy adecuado viniendo de una institución universitaria.
Resulta por otra parte bastante ilustrativo que la propia Zaha Hadid llegara a decir que le daba igual dónde se colocara la biblioteca, demostrando lo poco que le importa su integración con el entorno. Los edificios no pueden ser «ovnis» que se dejen caer en cualquier parte bajo el paraguas de la «modernidad», pero desgraciadamente es lo que viene sucediendo últimamente en nuestra ciudad, y es que el «efecto Bilbao» viene haciendo estragos…
Saludos.