La organización Ecologistas en Acción ha demostrado, con la participación de 25 voluntarios, la gran cantidad de basuras y desperdicios que se lanzan a la dársena del Guadalquivir en Sevilla capital. Una acción englobada en la campaña ‘Clean Up The Sea’ con el objetivo de visibilizar la problemática de las basuras y su relación con los cauces fluviales. En concreto, los 25 voluntarios han retirado de las dársenas colindantes al Parque de San Jerónimo unos 400 kilos de basura. Entre ellos, un carro de supermercado, varios maceteros y una bolsa de con más de 200 animales de plástico en miniatura.
En tan solo dos horas de muestreo se consiguieron recuperar del cauce abundantes residuos sólidos urbanos. Así, según los datos que resultaron de la muestra, en 150 metros cuadrados de dársena se escondían 187 trozos de poliespán, 149 popotes y 118 botellas de plástico, así como un macetero gigante, tela roja en dos grandes trozos, varias estacas de madera o un depósito sellado de origen desconocido, entre los objetos más extraños.
Toda esta basura escapó de los servicios de limpieza y ha estado flotando a la deriva hasta quedar atrapada en los márgenes. Una situación lamentable, que se une al vertido de aceite que escapó a las medidas de contención el pasado mes de julio y del que pudieron verse grandes manchas en superficie.
Las tranquilas aguas de la dársena a la vez que sustentan un ecosistema singular, se encuentran entre las mejores de Europa y convierten su lámina de agua en la mejor opción para la práctica de actividades como el piragüismo o la pesca deportiva. Sin embargo, el estado de las márgenes viene siendo una constante en las denuncias de diferentes clubes deportivos y asociaciones vecinales que ven un sumidero de basuras y ratas, en lugar de un atractivo turístico y paisajístico para la ciudad. Una reclamación que ha llevado a diferentes colectivos a unirse en una Plataforma de afectados por la contaminación de la dársena del Guadalquivir.
Según Ecologistas en Acción, la función depuradora de la ribera, que regula el equilibrio ecológico en aquellos lugares donde está mejor conservada, se ve alterada por la acumulación de residuos urbanos. La vegetación fluvial y toda una comunidad de especies de macro y microorganismos tienen un papel notable pues se encargan de conectar los ciclos naturales.
Un cauce limpio permitiría reestablecer una situación más saludable a ambas márgenes, lo que favorecería enormemente la función ecológica, paisajística y deportiva del río. Dado su estado actual es urgente detener la degradación y aplicar medidas de restauración ecológica que recuperen e integren la ribera en la ciudad. Por ello, desde Ecologistas en Acción-Sevilla se invita a los responsables de las administraciones competentes y a la ciudadanía en general a conocer de primera mano su ciudad desde el río y comprobar que es posible, rentable y necesaria la recuperación ambiental de la dársena del Guadalquivir.
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