La publicación del estudio que se elabora anualmente sobre el nivel de las universidades de todo el mundo, ratifica el fracaso de España en general, y de Sevilla en particular, para situarse en niveles de excelencia que son la base del desarrollo y la prosperidad en cualquier sociedad avanzada.
El QS World University Ranking lo publica la Jiaotong University de Shanghai (China). En la edición 2016, ha analizado el nivel de 4.226 universidades de todo el mundo, en 42 disciplinas del conocimiento. Una vez más, no hay ninguna española entre las 100 mejores del mundo. Entre los puestos 200 y 500 hay 12 universidades españolas, y no está entre ellas la Universidad de Sevilla, que es la segunda del país en número de alumnos.
La Universidad Autónoma de Barcelona es la española que alcanza mejor puesto en la clasificación, en la franja entre el 151 y el 200. En segundo lugar, la Autónoma de Madrid. Y al tercer lugar se ha encaramado la Universidad de Granada, en torno al puesto 300. En el ascenso de la universidad granadina, hay que destacar que su área de Ciencias de la Computación está situada en el puesto 42 a nivel mundial.
Por lo tanto, esto no solo es posible en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Suiza, Italia, Noruega y Finlandia. Incluso Portugal sitúa a 5 de sus universidades entre los puestos 201 y 500.
En la elaboración del Academic Ranking of World Universities se valoran aspectos ligados a la trayectoria de cada universidad como el número de premios Nobel, las medallas Fields, los investigadores de elevado impacto por la calidad de sus trabajos, las publicaciones en revistas científicas de primer nivel, o el volumen global de publicaciones científicas de prestigio de cada universidad.
Es importante recortar que la Universidad de Granada es también una institución secular y de raigambre tradicional en la vida de la ciudad, como lo es la Hispalense en Sevilla. También sufre recortes y problemas prespuestarios bastante severos, como todas las universidades andaluzas en su dependencia del Gobierno autonómico. Y si a ojos de toda la comunidad mundial, europea y española, que tiene en cuenta este ranking, la Universidad de Sevilla como institución no está bien situada, dos conclusiones son obvias: su gestión en las últimas décadas es manifiestamente mejorable, y necesita transformarse apoyándose en sus mejores unidades y removiendo las que son un lastre y no cumplen adecuadamente el cometido que demanda la sociedad y que sufraga mediante sus impuestos.
En la Universidad de Sevilla hay, en todos los campos del saber, centenares de magníficos y muy abnegados profesionales de la docencia y la investigación, que son, en sus campos, figuras de prestigio internacional. Son sus logros y su saber hacer los que tienen que marcar el rumbo de cómo gestionar la Universidad. Y no al revés: una institución enorme en la que la mentalidad burocrática y endogámica se impone sobre los que más y mejor trabajan.
Algunos de ellos están en las ocho áreas del conocimiento donde sale mejor parada la Universidad de Sevilla en dicho ranking. Aunque, en términos generales como promedio, la Hispalense está fuera de las 500 mejores, la actividad de estas ocho áreas sí está mejor valorada:
En el área de Idiomas Modernos está entre el puesto 201 y el 250.
En el área de Lengua y Literatura Inglesa, se sitúa en la franja entre el puesto 251 y el 300.
En el área de Estadística e Investigación Operativa, está en la franja entre el puesto 150 y el 200.
En el área de estudios sobre Educación, está en la franja entre el puesto 201 y 300.
En el área de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, está entre el puesto 201 y el 250.
En el área de Ciencias de la Computación y Sistemas de Información, está entre los puestos 401 y 500.
En el área de Química, está entre los puestos 301 y 400.
En el área de Matemáticas, está entre los puestos 251 y 300
Para más información, estos son los enlaces para ver los datos generales y particulares: Shanghai Ranking y Top Universities.
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