El futuro de la Sinfónica de Sevilla tras la contraproducente huelga de sus músicos cuando las instituciones ya habían aportado los 1,5 millones de euros reclamados


Aspecto del Teatro Maestranza minutos antes de la cancelación del penúltimo concierto de abono de la ROSS. Foto: Diario de Sevilla

La huelga realizada por los músicos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), que canceló los últimos cuatro conciertos de abono, se ha saldado con la retirada del mecenazgo individual (no institucional) de Luis Rey, del Colegio Internacional San Francisco de Paula, y Victoria Stapells, de Academias ELI, ambos socios de ISA, y personas que llevan muchos años contribuyendo económicamente a respaldar la actividad musical de la Sinfónica. Por su parte, el colectivo de opinión Vicente Plural, compuesto por prestigiosos profesionales de la sociedad civil y uno de cuyos integrantes es Rafael Leña, también socio de ISA, abonado de la Orquesta desde su primera temporada, en 1991, y fundador de la Asociación de Amigos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, también ha mostrado su contrariedad ante los paros que han suspendido el 14% de los conciertos de la temporada.

A la luz de los hechos y las consecuencias, la huelga ha sido un error. El público, personas muy significativas de la cultura sevillana, colectivos que apoyan a la Orquesta, e incluso su director, John Axelrod, no han apoyado a la decisión tomada por parte de los músicos. La ROSS no solo la conforman los músicos, sino también las personas que forman comunidad para  que haya una institución de este tipo en Sevilla apoyando su continuidad, su incardinación social y su función cultural al servicio de la ciudadanía. Asimismo, los músicos no pueden pensar que están solos en el ecosistema artístico sevillano. Creadores e intérpretes de todo tipo desearían las condiciones laborales y el salario de la plantilla de la ROSS, que depende de un presupuesto público y que, a su vez, emana de toda la sociedad a través de los impuestos de la mayoría de la población, acudan o no a sus conciertos.

Al igual que cualquier colectivo, los músicos también tienen derecho a la huelga. Pero, si cuando existe una reivindicación laboral de cualquier tipo, el problema se resolviera económicamente en ese momento, ¿continuarían con la huelga?

Concierto – protesta de la ROSS en la Plaza Nueva el pasado 21 de mayo. Foto: CCOO

La retirada del mecenazgo por parte de Luis Rey y Victoria Stapells

En un comunicado, Luis Rey y Victoria Stapells han criticado que la huelga haya coincidido con la presentación de la programación y la renovación de los abonos y, aunque han  reconocido que es «fundamental» establecer un proyecto a largo plazo y «urgente» que haya un gerente, han reprochado la convocatoria de esta huelga.

«De ninguna manera una huelga ayuda a solucionar esos problemas, y menos considerando la precariedad general del sector musical en Andalucía. Compañeros del mismo gremio han observado estupefactos como el comité de empresa de la ROSS, bajo el mando de CCOO, convocaban una huelga justo al recibir la confirmación de una importante inyección de dinero por parte del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía, es decir, de los impuestos de todos los ciudadanos», señala la misiva.

En este sentido, han recordado que orquestas e instituciones musicales extranjeras, «con presupuestos y leyes de mecenazgos que ya querríamos en España», se ven «obligadas» a cerrar o buscar nuevos modelos «para sobrevivir», mientras que, «aquí, justo ahora, la plantilla de la ROSS salta con esto». De esta forma, dos de los más señalados mecenas de la ROSS dan un toque de atención a los músicos evitando lo más posible en dañar a la institución.

Ahuyentar al público antes de la renovación de abonos

La plantilla de la ROSS acordaba el pasado 24 de mayo ir a la huelga los días 20, 21, 27 y 28 de junio, coincidiendo con los últimos cuatro conciertos de abono. Los motivos esgrimidos por el comité de empresa se fundan en tres demandas no atendidas: que se cubran las plazas vacantes ya que faltan doce músicos, que se les repongan los recortes salariales de la crisis y que se apruebe un plan plurianual que garantice su viabilidad. Además, exigen participar con voz y voto en el Consejo de Administración de la orquesta.

Tras varias reuniones con el Consejo de Administración, conformado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, el presidente del comité de empresa de la ROSS calificaba las mismas de «infructuosas», y los músicos cancelaban los últimos cuatro conciertos de la temporada (un 14% del abono). La decisión llegaba, además, cuando tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Sevilla ya habían anunciado unas aportaciones extraordinarias de 1.143.000 euros y 290.000 euros, respectivamente, y en la semana en la que se presentaba la programación de la próxima temporada, poniendo en peligro la renovación de abonos por parte del público más fiel.

De esta manera, el director de la ROSS, John Axelrod, ante la cancelación del penúltimo concierto de la temporada, se dirigía al escaso público que ocupaba las butacas (no más de 50 personas) para pedirle disculpas y lamentarse por la falta de acuerdo: “Estoy aquí. En ropa de concierto. Para ustedes y para hacer música. Todo el mundo tiene derecho a hacer huelga. Pero no avisando en el último momento. No es lo que Mendelssohn y Schumann merecen. Yo tampoco. Ni el coro, los solistas y el narrador. Ni ustedes tampoco. ¿Dónde está el respeto que se merece? Deberíamos estar difundiendo la alegría de hacer música. Qué pena que no haya acuerdo”.

Pablo J. Vayón: «Es una decisión irresponsable»

Tal y como expresa el crítico musical Pablo J. Vayón en su columna de opinión en Diario de Sevilla, «es una decisión irresponsable porque genera un clima de hostilidad, desconfianza y confrontación que no es el más apropiado para los patrocinadores, benefactores y colaboradores del conjunto que, también en estos días, deben pensar y decidir sobre el futuro de su relación con la orquesta. El efecto que medidas así puede tener sobre nuevos patrocinios resulta incluso más perturbador».

Por su parte, Vicente Plural escribe en El Correo de Andalucía sobre la ROSS y sus abonados, y solicita a las Administraciones dos medidas: «1ª) Transparencia para formar mejor nuestra opinión. Deberían informarnos sobre el régimen laboral de los músicos y su grado de cumplimiento así como sobre el régimen económico de los mismos y sus particularidades. 2ª) El nombramiento de un Comité Artístico integrado por algunos de los primeros de cada grupo orquestal. Y es que el Comité de Empresa no debe entrar en asuntos que le son ajenos (v.gr. la calidad de los directores). Algún empresario nos ha hecho llegar su pesimismo sobre la continuidad de la Orquesta. Al parecer CCOO tiene fama de conseguir muy buenas prejubilaciones para los trabajadores mayores de 55 años y muy aceptables indemnizaciones para los más jóvenes, aunque sea a costa de la desaparición de la empresa. ¿Es eso lo que quieren los trabajadores-artistas a los que tanto admiramos?»

La respuesta del comité de empresa

El presidente del comité de empresa y solista de tuba de la ROSS, Juan Carlos Pérez-Calleja, respondía a los mecenas que han decidido retirar su aportación individual a la Orquesta en una carta enviada a Diario de Sevilla.

En ella, el músico y sindicalista asegura que «sorprende que dos mecenas de la Sinfónica protesten contra nosotros, los primeros perjudicados por una huelga que no queríamos hacer, pero que como cualquier trabajador hemos tenido que utilizar cuando no hay ni el diálogo mínimo imprescindible para buscar una salida definitiva a la sexta quiebra técnica consecutiva en los últimos seis años».

«La huelga se convocó, con más antelación de la debida, para poder negociar. Buscamos una mediación extrajudicial en el Sercla, se intentó una desconvocatoria desde el más alto nivel de CCOO de Andalucía… y todo lo que se ofrecía eran descalificaciones profesionales y personales a uno de los conjuntos artísticos mejores de este país, según pública coincidencia», añade.

Asimismo, afirma que «nos sorprende que se tache de «absurdo» el que aspiremos a participar con voz pero sin voto en las reuniones de nuestro Consejo de Administración, como veníamos haciendo desde 2012. Basta acceder a las páginas webs de todas las empresas municipales sevillanas, donde se puede comprobar que en todas hay miembros de la representación legal de los trabajadores con voz pero sin voto. Y en cuanto al ámbito andaluz, nuestro Parlamento acaba de aprobar por unanimidad que en el Consejo de Administración de la RTVA haya un representante de la plantilla».

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