INTERESANTE INVESTIGACIÓN CONJUNTA DE EXPERTOS DE LA UNIVERSIDAD PARA UN MODELO EXPORTABLE DE PEATONALIZACIÓN EN SEVILLA


En su artículo «La nueva Sevilla peatonal«, publicado en Diario de Sevilla, la periodista Ana Sánchez Ameneiro habla con el grupo de investigación HUM-411, liderado por el arquitecto catedrático Gonzalo Díaz-Recasens y el ingeniero de caminos Indalecio de la Lastra sobre la selección que han hecho de veinte espacios de los barrios sevillanos que atraen a los peatones y sus propuestas para adaptarlos de manera que sean caminables. Se trata de fomentar el debate sobre la peatonalización de la ciudad, tal como ya se ha hecho en años anteriores con el uso de la bicicleta, y llegar a un modelo que, además, sea exportable a otras ciudades. Lo recuperamos a continuación:

La nueva Sevilla peatonal

Ante la ausencia de planificación urbana que adapte la ciudad a los recorridos a pie más habituales y el vacío de estudios sobre la movilidad de los peatones, el grupo de investigación HUM-411 liderado por el arquitecto catedrático Gonzalo Díaz-Recasens y el ingeniero de caminos Indalecio de la Lastra, se ha propuesto que Sevilla sea pionera en diseñar itinerarios perfectamente adaptados a los peatones en los barrios, como fue pionera con la bicicleta logrando el reconocimiento mundial. El objetivo es hacer que los barrios sean caminables e impregnar de carácter sus centros neurálgicos.

Tras un año de trabajo, el grupo, formado por nueve investigadores, ha seleccionado en Sevilla los 20 espacios peatonales que funcionan como centro de los barrios y sobre ellos ha trazado una red peatonal de caminos. Atraen más transito de personas por ser caminos históricos, puntos de transporte, cruces o pasos obligados, por la existencia de parques y espacios libres, comercios, equipamientos públicos sociales o culturales, centros sanitarios o educativos, según explicó esta semana el arquitecto Díaz-Recasens al esbozar este proyecto en las jornadas de movilidad organizadas por el Ayuntamiento de Sevilla que se han celebrado en Emasesa.

El director del proyecto, Díaz-Recasens, recalca que «se trata de crear una base o un protocolo para que la planificación se centre más sobre el peatón y no trate tan absorbentemente del automóvil«. Un ejemplo de calle central es Afán de Ribera (en la imagen), transitada por los vecinos de los barrios del Cerro del Águila y Rochelambert, así como el puente de Triana y el Altozano. En el seminario sobre La ciudad peatonal que se celebra a mediados de octubre (13 al 16) en el Pabellón de México de la Universidad detallarán todas sus propuestas.

«En esos puntos detectados debe haber un tratamiento peatonal específico, adaptando las calles, pero no se trata de peatonalizar, sino de buscar soluciones como un cirujano en cada zona«, explica De la Lastra. «Los espacios se diseñan desde la lógica del peatón. Por ejemplo, si hay un parque las puertas de entrada deben encajar con sus caminos de acceso, y no estar situadas a varios metros de distancia«, añade Díaz-Recasens. La selección se ha realizado de una lista de 40 puntos clave en toda la ciudad. El casco histórico se excluye de esta investigación porque el grupo cree que debe peatonalizarse sustancialmente.

En su fase actual el grupo está entrando con lupa en esos espacios estudiando cómo adaptarlos al peatón con un diseño conforme a los factores propios de Sevilla. Por ejemplo, aquí la sombra y los árboles son más importantes para pasear que en una ciudad del Norte, al igual que reducir el ruido que genera el tráfico. La investigación, avalada por la Universidad de Sevilla y por la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía con fondos Feder, analiza qué es lo que explica que la gente vaya andando. Todas esas variables se han medido y se han sometido a encuestas.

Del estudio aún falta valorar los costes y los ahorros energéticos de esos itinerarios.

Respecto al procedimiento, las encuestas peatonales para la investigación revelan que un peatón sevillano camina una media de 21 minutos. Los autores creen que se andaría más si se facilitaran las condiciones para ello porque hay mucho potencial en la ciudad, como lo había para la bicicleta y quedó demostrado.

Y no hay que olvidar los beneficios en la salud. «Es útil ocuparse de los peatones. Cuantas más personas caminen menos problemas médicos tendría la población, y está comprobado que el cerebro piensa más andando que si la persona está estática. Deberían incentivarlo las empresas«, señala el arquitecto.

La ausencia de itinerarios peatonales impide ir andando a San Juan de Aznalfarache o a Camas pese a estar más cerca del centro que muchos barrios y el área metropolitana está llena de equipamientos a los que no podemos llegar andando pese a su proximidad. En la ronda histórica de Sevilla falta espacio para el peatón, ya que la mayor parte de su superficie la ocupan los carriles de coches, autobús, y el carril bici.

La investigación trata de dar una base científica a lo que ya propone el PGOU y exportar ese protocolo de actuación a otras ciudades para que lo apliquen, cada una adaptándolo a los factores propios de esa ciudad, explica De la Lastra, para quien hay más posibilidades de hacer itinerarios peatonales que el Metro.

El equipo cree que la Gerencia municipal de Urbanismo debe tener en cuenta estas propuestas cuando haga la ciudad nueva, como también el plan metropolitano de transportes de Sevilla que se va a revisar. «Hacer de verdad la ciudad policéntrica que decía el PGOU con esos itinerarios peatonales que sean otras infraestructuras más de la ciudad«.

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