El IES Isbilya, un ejemplo de éxito educativo que se construye sobre el trabajo constante


El IES Isbilya es buen ejemplo de éxito educativo basado en el trabajo constante y con pensamiento a largo plazo. Construido e inaugurado en 1991, ha conseguido evolucionar, partiendo de cero, hasta lograr ser un instituto de educación pública que obtiene un alto rendimiento de sus alumnos.

Dos de las claves en las que se puede basar ese éxito son la calidad de sus profesores y la continuidad de su equipo directivo. Por ejemplo, y como nos recuerda el periodista Diego J. Geniz en este artículo para Diario de Sevilla, su director, Antonio Buzón, es de los profesores que entró en la plantilla inicial del instituto hace ya 25 años. Lo recuperamos a continuación:

El éxito educativo en 25 años

El IES Isbilya cumple un cuarto de siglo con la marca, sin precedente en Andalucía, de conseguir cinco premios de Bachillerato seguidos.
DIEGO J. GENIZ | ACTUALIZADO 03.11.2015

Cuando abrió sus puertas, la estación de Santa Justa estaba aún en construcción y la zona poco habitada. Se creó ante la carencia de plazas que había en el barrio y ante la previsión de que en los siguientes años el mercado inmobiliario haría de este enclave uno de los de mayor expansión de la capital. Así fue. No hubo que esperar mucho tiempo para que el barrio se llenara de nuevas familias. Ana María Martínez, Mari Ángeles Pérez, Germán León, Montserrat Serrano y Antonio Buzón han sido testigos del devenir de un centro que cumple un cuarto de siglo convertido en referente de la excelencia educativa. Es la historia del Instituto Martínez Montañés, que en 25 años ha logrado grandes éxitos en la enseñanza.

«Fuimos un centro que nació con la Logse y que luego se ha adaptado a las numerosas reformas educativas que han venido». Así narra Antonio Buzón, director del Martínez Montañés, los inicios de este insituto. Sevilla se encontraba entonces inmersa en las vísperas de la Expo’92. Una ciudad levantada en obras con un gran vacío en el barrio de los Granados, entre la calle Arroyo y Nervión. La zona serviría de expansión una vez que la línea de tren se soterrase, de ahí la necesidad de contar con un nuevo instituto. «El pequeño parque que existe ahora delante de Santa Justa estaba repleto de escombros», recuerda Buzón, quien fue elegido director del centro dos años después de inaugurarse.

Éste será su último curso al frente del instituto. El próximo dirá adiós a la docencia y a su permanencia en el Martínez Montañés, que se inauguró en octubre de 1990, cuando José Antonio Viera ocupaba el cargo de delegado provincial de Educación. Los centros más cercanos de enseñanzas medias -denominadas entonces BUP y COU- que existían por entonces eran Los Salesianos (concertado) y el Antonio Machado (público).

La parcela en la que se levantó el nuevo instituto tiene una extensión de 14.000 metros cuadrados. El arquitecto Francisco Javier Choca se encargó del diseño del edificio, compuesto de dos plantas. Una vez que las instalaciones estaban terminadas, faltaba dotarla del personal suficiente. La primera plantilla la componían 47 profesores, de los que 32 procedían del concurso general de traslado y 15 provenían del IES Antonio Machado. En cuanto al alumnado, se matricularon 346 en nuevos grupos de primero de BUP, 260 en siete aulas de segundo, 154 en cinco grupos de tercero y 64 en dos de COU, la etapa preuniversitaria. En aquel primer curso el director «accidental» designado por la Junta fue José Conde Gallego, hasta que dos años después el claustro de profesores eligió a Buzón para la dirección.

Tal era la demanda de escolarización en la zona, que en 1991 hubo que organizar clases por la tarde, una situación que se mantendría hasta el año 2000. En 1997 acogió por primera vez la Formación Profesional con el ciclo de grado medio de Atención Sociosanitaria, que aún se mantiene junto con el de integración social. Actualmente son 700 alumnos los que estudian la FP en el Isbilya. La última enseñanza reglada en incorporarse fue un Aula de Educación Especial Específica, que se implantó hace 12 años.

Más allá del buen estado en el que se encuentran sus instalaciones y de la amplia oferta educativa del instituto, la clave del éxito que ha conseguido en un cuarto de siglo el Isbilya radica en la permanencia de su profesorado. Prueba de ello es que en 23 años ha estado al frente del centro el mismo director y la larga estancia de los 53 docentes, lo que «logra una gran implicación para desarrollar los proyectos», explica Buzón.

No se puede dejar a un lado -como reseña el director- la colaboración de las familias, lo que sumado a lo anterior permite «magníficos» resultados en Selectividad, con un 100% de aprobados. En el currículum de sus estudiantes quedan los dos premios Adonais de poesía y los cinco Premios Extraordinarios de Bachillerato obtenidos consecutivamente en el último lustro, una marca que no ha alcanzado ningún otro centro. Los jóvenes Guillermo Ramírez, Raquel Sánchez, Manuel Contreras, Diego Fererras y Eduardo García son los artífices de este éxito junto a los otros 19 alumnos que se presentaron a dicho galardón.

El pasado y presente de un instituto bilingüe que mira al futuro inmerso en el programa europeo Erasmus Plus, mediante el cual se lleva a cabo un intercambio de alumnos con centros de Polonia, Finlandia, Italia y Turquía.

En la imagen, fachada del IES Isbilya, extraída de su página web.

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