EL NOBEL A UN CIUDADANO COMPROMETIDO


Me alegro de la concesión del Nobel a Mario Vargas Llosa porque ha supuesto una brisa de aire fresco a la situación de desprestigio de personas e instituciones que esta viviendo la sociedad. Su atractivo reside en ser un intelectual de reputación, comprometido con la sociedad en la que se mueve, que genera confianza y respeto en la mayoría de los ciudadanos. Su análisis de los asuntos políticos está carente de prejuicios dogmáticos que buscan soluciones globales y homogéneas a problemas locales, a la vez que fundamentado en un conocimiento que se va alimentando con la experiencia. Su eje básico es la libertad del individuo y su rebelión ante los abusos sinuosos del poder para desde aquí construir su modelo ético. Este espíritu crítico y de no alineación con las corrientes ideológicas le ha supuesto la frialdad, cuando no el rechazo, de los grupos políticos predominantes, pero a su vez el reconocimiento silencioso de muchos ciudadanos. Es un pensador al que sentimos cercano, claro en la exposición de sus argumentos, abierto al debate en los asuntos complejos y seguro con su compromiso ético. Su actitud cívica está construida y plasmada en sus personajes de ficción en los que confronta a los variados representantes de las estructuras y maniobras del poder con la soledad del individuo que se defiende con las armas de sus valores morales.

Su conocimiento intelectual se acompaña de una acción política más como ciudadano que como erudito, aún a riesgo de errar, lo que todavía lo hace más cercano y humano. Su actitud parece estar en consonancia con la famosa frase: “hasta hora los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo de diversas formas; de lo que se trata es de transformarlo”.

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4 Comments

  1. Por libre
    17 octubre, 2010
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    100% de acuerdo. Vargas Llosa es sinónimo de buena literatura, autenticidad, compromiso social y defensa de la libertad sin prejuicios.

  2. adriano
    2 noviembre, 2010
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    ¿Carente de prejuicios dogmáticos? Vargas LLosa tiene su ideología, como culaquier hijo de vecino, y se sitúa dentro del pensamiento neoliberal. Sus escritos de los últimos años (novelas, artículos de prensa, libros de indagación histórica, etc.) tienen TODOS un trasfondo político acorde con la ideología que he mencionado. No discuto su calidad literaria. Pero que nadie me venga diciendo que es el paradigma del compromiso, de no alneación ideológica, etc. Repito una vez más, su producción literaria está imbuida de ideología y por lo tanto se puede clasificar perfectamente como una literatura política.

  3. lopez
    7 febrero, 2011
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    Totalmente de acuerdo con adriano.

  4. Por-libre
    7 febrero, 2011
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    Toda la literatura, hasta Mortadelo y Filemón, tiene ideología. Puede tenerla con orejeras, siguiendo el camino marcado por la corriente, o puede tenerla con convicción, a partir de un compromiso firme del creador su propia libertad de conciencia. A mi me parece que la de Vargas Llosa es de este último tipo. Y ello le ha costado la incomprensión de quienes prefieren considerar ciertos plantemientos políticos como inmutables.

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