La crisis del coronavirus nos está llevando en las últimas semanas a tener calles con menos coches y aire limpio, dos objetivos clave en la sostenibilidad de la calidad de vida en las ciudades. Cuando llegue la «nueva normalidad», la sociedad tendrá que afrontar necesarios cambios de paradigma en la movilidad, que tendrán lugar mayoritariamente en las ciudades, al ser éstas los espacios con mayor posibilidad de contagios.
Ante esta nueva oportunidad para conseguir ciudades más saludables, eficientes y habitables, la Asociación Sevillasemueve ha elaborado un extenso informe con el que solicita al Ayuntamiento de Sevilla que aproveche la coyuntura para ejecutar y desarrollar alternativas en el marco de la movilidad sostenible y saludable. Propuestas para que caminar sea seguro en un marco de distanciamiento físico, se promueva la bicicleta y los vehículos de movilidad personal (VMP) ante la posible bajada de capacidad y uso del transporte público y se proteja a éste como medio soporte social mientras se alcanza la normalidad. El documento completo se puede consultar y descargar en este enlace.
Algunas de las medidas propuestas por Sevillasemueve
Cada vez hay más estudios científicos que indican que la contaminación del aire es un vector de difusión del Covid-19, por lo que actuar contra la recuperación de la movilidad en coche es, también, una prioridad sanitaria. En este sentido, y a corto plazo, la Asociación Sevillasemueve propone el aumento de las restricciones de acceso al centro para el vehículo privado. Es decir, la aplicación inmediata del Plan Centro (ahora denominado Sevilla Respira), una herramienta indispensable para priorizar a los peatones en el casco histórico, permitiendo el distanciamiento físico entre los mismos. Asimismo, fuera del centro es necesario, igualmente, proteger al peatón ampliando espacios libres y estableciendo “zonas 20”. En esta necesaria fluidez peatonal, Sevillasemueve considera una temeridad dar prioridad a terrazas y veladores sobre estos espacios libres. El distanciamiento social en las aceras debe primar ante todo, por ello se propone restar espacio a las calzadas en caso de restituir veladores y terrazas.
Para priorizar los desplazamientos ciclistas como solución de contingencia es necesario ampliar sus infraestructuras. En muchas ocasiones, para ensanchar aceras, en los actuales carriles bicis se tendrá que habilitar el tránsito peatonal y, consecuentemente, habrá carriles bici más anchos que deberán pasar a la calzada, así como la creación de otros nuevos en vías donde no exista actualmente, como en la calle Pagés del Corro (barrio de Triana) o el entorno del Hospital Virgen del Rocío (junto al barrio de Bami). En esta línea, debe fomentarse la movilidad en bicicleta y vehículos de movilidad personal, relajando así la limitación del transporte público, habida cuenta del espacio que la reducción de aforo por distanciamiento dejará disponible.
En este sentido, el transporte público debe convertirse en una nueva piedra angular de nuestra movilidad. Además de las nuevas medidas que garanticen su seguridad, debe priorizarse al mismo tiempo la fluidez, con nuevos carriles bus o permitir acceder por todas las puertas, reduciendo el tiempo en parada. En este periodo de transición, deben mantenerse los servicios habituales de Tussam, Metro y Cercanías, de forma que a las limitaciones de aforo por distanciamiento no se sume una menor oferta.
A escala metropolitana el transporte público necesita aún más empuje. Por ello, Sevillasemueve exige aumentos de los servicios, que además deben venir acompañado de la creación de carriles bus en los accesos y salida de la capital en la A-49, siguiendo la prueba piloto de la DGT realizada hace unos años, así como en la A-92 y la autovía de Coria. Por otro lado, sería conveniente potenciar los servicios de BUS+BICI o la creación de biciestaciones seguras en Santa Justa, San Bernardo o Prado de San Sebastián con los aparcabicis desmontables con los que cuenta el Ayuntamiento.
Además, Sevillasemueve aboga por la puesta en marcha de un abono único intermodal para trabajadores de servicios esenciales, que ofrezca una tarifa única para todos los servicios de transporte, teniendo como base la tarjeta existente del Consorcio de Transportes y como propulsor de un futuro abono transportes para toda la ciudadanía.
Incentivos fiscales a la movilidad en bicicleta
Para Sevillasemueve, las propuestas a corto plazo sirven para llegar a la “nueva normalidad”. Pero, sin perder de vista la visión estratégica para preguntarse, en el medio plazo, qué ciudad y qué sociedad queremos ser tras la crisis.
En ese sentido, propone pensar en medidas de calado, como incentivos fiscales a la movilidad en bicicleta (que ya existen en Bélgica o los Países Bajos), la integración tarifaria de todos los transportes públicos de la ciudad o una consideración más profunda de la calidad del aire o la movilidad peatonal y la comodidad del espacio público, especialmente en lo que respecta a la cobertura vegetal de las calles.
En una perspectiva más amplia, la economía se encuentra en una encrucijada. La reducción de la actividad conllevará destrucción de puestos de trabajo, habrá familias que lo pasen realmente mal y los indicadores macroeconómicos y los mercados de valores perderán mucho de lo recuperado en los últimos años. A estas alturas, parece claro que de la crisis económica que ya estamos viviendo no se puede salir con la austeridad como receta, al igual que en 2008, sino con políticas de estímulo que reactiven la economía, con importante presencia de lo público.
En concreto, Sevillasemueve considera que en Sevilla se debe trabajar para avanzar en los proyectos de la ciudad que llevan años estancados y que no deben paralizarse para no destruir más sectores productivos. En ese sentido, tanto la actualización y ejecución de los proyectos del metro o el desarrollo definitivo del Parque de Tablada, por un lado, como la sustitución de los tirantes del Puente del Centenario o el paso sur de la SE-40, como medidas para sacar coches de la ciudad y mejorar la logística, parecen iniciativas que ahora deben continuar activas y con más fuerza si cabe.
Asimismo, esta asociación insiste en que la crisis puede ser una oportunidad para trabajar en una economía más resiliente y sostenible: el turismo, con sus ventajas, pero también sus muchos inconvenientes, ha demostrado ser notablemente más frágil en esta situación que otros sectores. De hecho, focalizar los esfuerzos en un único sector hace a la economía de la ciudad más vulnerable frente a eventualidades como la que estamos viviendo. Por ello, propone apostar por sectores como la innovación o las tecnologías, las cuales producen más valor y estabilidad, desarrollando el tejido que las alimente, es conseguir mayor riqueza y trabajos de mayor calidad. Los estímulos públicos, bien gestionados, deben acercarnos a ese objetivo.
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