La escenificación de la dimisión de Fernando Francés como director de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y secretario general de Innovación Cultural y Museos, en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, pone de manifiesto la importancia del periodismo de calidad, que escasea en demasía para analizar la gestión en las Administraciones Públicas y el uso que se hace del patrimonio de todos. Desde la Asociación Iniciativa Sevilla Abierta queremos felicitar a Elena Vozmediano, periodista de El Cultural, cuyas informaciones han sido decisivas para que se conozca la verdad sobre las controvertidas actuaciones protagonizadas por Fernando Francés. Asediado por la sospecha de incompatibilidad desvelada por la revista de actualidad cultural y otras polémicas, Francés ha renunciado a sus cargos cinco meses después de su nombramiento alegando falta de entendimiento con sus superiores.
Una gestión cuestionable
Tras 16 años como director del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, Fernando Francés fue nombrado en febrero de 2019 director de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y secretario general de Innovación Cultural y Museos de la Junta de Andalucía por el nuevo Gobierno andaluz. Recomendamos leer esta información en la que se relatan los hechos.
A raíz de una investigación de Elena Vozmediano, el 15 de abril El Cultural puso sobre la mesa la sospecha de incompatibilidad entre su nuevo cargo como secretario general de Innovación Cultural y Museos de la Junta de Andalucía y el hecho de ser propietario de la empresa que gestiona el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga. Fernando Francés aseguró haber vendido dicha entidad, Gestión Cultural y Comunicación, antes de ser nombrado oficialmente el 13 de febrero. Con documentos a los que tuvo acceso en el Registro Mercantil, Vozmediano puso en entredicho la versión de Francés, que hasta hoy no ha aportado ninguna documentación que refute la acusación.
A la sospecha de incompatibilidad entre los cargos de Francés y la titularidad de la empresa que gestiona el CAC, hay que sumar las sospechas de irregularidades en el concurso público que ha concedido de nuevo la gestión del museo a la misma empresa. Ambas circunstancias fueron objeto de protestas por parte de las dos asociaciones del sector del arte, y también por la oposición en el Ayuntamiento de Málaga y por otros licitadores en el concurso.
Una salida pactada maquillada como dimisión
A pesar de todas estas controversias, en su carta de renuncia Francés no alude a ninguna de ellas. En cambio, achaca su decisión de renunciar a sus cargos políticos a la falta de entendimiento con sus superiores. Sin embargo, «como todo el mundo sabe, los gobiernos de todo nivel de la Administración y de todo signo partidista acuden a la fórmula de la ‘dimisión’ para intentar minimizar el coste político y mediático cuando quieren quitarse de en medio a un alto cargo que ha cometido alguna irregularidad y resulta incómodo», asegura Elena Vozmediano. La periodista deja entrever que «Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, le ha abierto la puerta de salida a Fernando Francés, que es todavía –el próximo Consejo de Gobierno, en el que se hará efectivo el cese, tendrá lugar el 29 de agosto– Director General de Innovación Cultural. Pero él lo ha presentado como un portazo suyo: en una carta de dimisión que ha tenido amplia circulación se declara “quemado”. Hace como poco diez días, me comentan, que la decisión (¿de quién?) estaba tomada. Apenas seis meses ha permanecido en el cargo y habrían sido menos sin el apoyo de Elías Bendodo, consejero de la Presidencia y responsable último del fichaje de Francés».
Elena Vozmediano asegura que «Del Pozo había perdido la confianza en él al menos desde mayo, mes en que ella tuvo que comparecer dos veces ante el Parlamento andaluz para dar insuficientes explicaciones, a raíz de las informaciones publicadas por El Cultural sobre la incompatibilidad en la que había incurrido Francés al participar en el concurso para la gestión del CAC Málaga». Añade que «ocultó información sobre su entramado societario a la consejera, quien así lo reconoció en su segunda comparecencia, expresando sus reservas sobre posibles complicaciones futuras, que ya entonces veía venir. Y vinieron. La investigación sobre el delito patrimonial de Invader en el que Francés podría estar implicado siguió adelante, el despido de Rafael Doctor tras una reestructuración de la Consejería que parecía encaminada a ese objetivo fue motivo de una repulsa unánime por parte del sector artístico y la denuncia por lesiones de la artista Marina Vargas ha llegado por fin a los tribunales, habiéndose fijado la vista para el próximo 23 de octubre».
Recomendamos leer el análisis completo aquí.
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