El Parlamento andaluz volverá a pagar a los diputados en agosto la dieta para gastos de manutención y alojamiento a pesar de que este mes es prácticamente inhábil y los parlamentarios disfrutan de vacaciones durante este periodo. El abono de esta indemnización tiene un coste mensual para la Cámara autonómica de unos 144.000 euros. Así lo recoge el periodista Antonio Salvador en esta información publicada en El Independiente donde explica que “el régimen económico que regula las retribuciones de los diputados andaluces incluye el abono de una dieta sin justificar para que éstos puedan sufragar los gastos que genera su actividad y “poder cumplir eficaz y dignamente sus funciones”, según detalla el artículo 8.1 del Reglamento de la Cámara”.
No cabe duda de que éste es un tema polémico desde hace varios años, porque a buena parte de la población le chirría mucho que los representantes elegidos por los andaluces se otorguen a sí mismos dietas por actividades que no llevan a cabo durante el mes de agosto. No solo por la anomalía intrínseca de cobrar por algo que no se hace, sino por el tremendo agravio que supone eso en Andalucía, con el elevadísimo porcentaje de ciudadanos en paro y sin recibir prestación social; o en paro y sin perspectivas de obtener un empleo digno; o trabajando con sueldos que no les sacan de la pobreza.
Con una realidad socioeconómica tan dura, y de la que avergonzarse, no es el contexto en el que los parlamentarios puedan permitirse justificar que han de cobrar dietas en el mes de sus vacaciones, además de percibir su sueldo y su paga de verano.
La ratificación de esa prerrogativa, en la que están de acuerdo PSOE, PP y Ciudadanos, ha sido motivo de numerosas informaciones y análisis en la mayoría de los medios de comunicación. Con notable coincidencia en este tema, aunque sean medios con líneas editoriales diversas. En este sentido, en esta noticia de Andalucía Información apuntan que “los inquilinos de los 109 sillones –del Parlamento- cobrarán también en agosto, mes inhábil, entre 800 y 2.500 euros sólo en concepto de dietas”, “al margen de los 3.050 euros de sueldo neto”. “La segunda cantidad, que se incrementa también en función de los cargos adicionales que desempeña cada parlamentario, aparece perfectamente desglosada en el Portal de la Transparencia de la institución. Sobre las dietas, sin embargo, cae un manto de oscurantismo: sólo se conoce que cubren en teoría gastos de manutención, transporte y hospedaje de los diputados, pero sin obligación de demostrar a qué se destinan en realidad”, añaden. Aquí, en el mismo medio, se hacen eco de la queja de Podemos ante estos “indignantes privilegios”.
Según apunta además El Confidencial en esta información en el Parlamento andaluz se producen además anomalías como que “los diputados de PSOE y PP que ostentan cargos en las comisiones de Desarrollo Estatutario y Financiación de los Partidos Políticos cobran sus pluses exactamente igual que el resto de compañeros con esas mismas responsabilidades. La diferencia es que la actividad en el seno de esas comisiones es nula. Ni se reúnen, ni trabajan, ni impulsan ningún tipo de iniciativa. Cero”.
Hay que tener en cuenta, como se detalla aquí en Abc de Sevilla que “estas dietas oscilan entre 800 y 2.000 euros al mes dependiendo de las provincias de origen de los diputados, cobrando más quien representa a Almería y menos quien es de Sevilla, ya que la sede de la Cámara está en la capital hispalense”.
Por último, es interesante leer la opinión de José Aguilar en Diario de Sevilla donde da la razón a Podemos y critica la cobardía de los parlamentarios que no “se atreven a afrontar con gallardía y de cara el mal trago de explicarles a los electores que su sueldo de diputados es escaso y que su trabajo merece más consideración. Prefieren aumentárselo por debajo de la mesa”.
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