Desde la Asociación ISA felicitamos a la periodista Mercedes Díaz y a Radio Sevilla por el magnífico reportaje en el que profesionales del Centro de Salud La Candelaria de Sevilla cuentan la descarnada realidad de la pobreza que llega diariamente a sus consultas. El centro atiende a la población de Los Pajaritos, La Candelaria, Santa Teresa y Madre de Dios, una de las zonas con la renta por capita más baja de España. Puedes escucharlo aquí.
Embarazos en niñas y adolescentes de 12 a 16 años
La periodista Mercedes Díaz da voz, a través de sus testimonios, a los profesionales de la salud que trabajan en el Centro de Salud La Candelaria y viven en primera persona la degradación de una de las zonas más pobres de España. Tal y como asegura la matrona Mercedes Acebes, «muchos necesitan sentarse y contarnos que su pareja está en la cárcel. Tenemos a muchos hombres en la cárcel, y muchas mujeres que se han quedado embarazadas en el vis a vis. Ellas viven parte de sus vidas en la cárcel». La matrona también explica cómo están habituados a encontrarse con embarazos en niñas y adolescentes desde los 12 hasta los 16 años. Aunque lleva años intentando concienciar a sus pacientes para que utilicen métodos anticonceptivos, no lo ha conseguido: «lo más frecuente es que usen los métodos abortivos como anticonceptivos», asegura.
Elevadas tasas de tuberculosis infantil
Por su parte, el pediatra Manuel Praena explica cómo «hay una gran cantidad de niños con tuberculosis. Tenemos unas tasas de 70 niños enfermos por cada 100.000, cuando en el resto de España es de 10 por cada 100.000. Más o menos una tasa de África o Suramérica». Con respecto a la alimentación de los niños, asegura que muchos salvan la situación gracias a la existencia de comedores escolares. La enfermera Carmen Moguer, que lleva 29 años trabajando en la zona, relata cómo en muchas de las casas que visita la higiene no existe: «te encuentras que los perros y los gatos hacen sus necesidades dentro de las casas, y las tuberías por las que circulan las aguas fecales están rotas». La trabajadora social Rocío Castrejón denuncia que, durante la crisis, se hayan desmantelado los servicios sociales: «donde antes había 10 trabajadores sociales, ahora hay 2. Donde antes había tres psicólogos, ahora no hay ninguno. Y donde antes había tres educadores sociales, ahora tenemos uno en plantilla y otro que nos han prestado».
Andalucía, a la cabeza de la desigualdad en España
Este reportaje se ha realizado en el contexto de la aparición de la nueva edición del informe del Instituto Nacional de Estadística sobre los indicadores en la vida urbana en España. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha denunciado la cronificación de la pobreza y la exclusión social, “consecuencia directa de la aplicación de las políticas de austeridad”. Es la realidad que para la organización se deduce de los datos del barómetro de Indicadores Urbanos 2019 publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 29 de mayo de 2019, y que mide la calidad de vida de los municipios mayores de 20.000 habitantes.
El informe constata el estado de emergencia social que azota a Andalucía, que se sitúa a la cabeza de la desigualdad del país con 12 de los 15 barrios más pobres del Estado español; de los cinco más pobres de esta lista, cuatro son andaluces, liderados por el Polígono Sur y Los Pajaritos-Amate. La región también ostenta en 2018 otro triste registro: 11 de las 15 ciudades con mayores tasas de paro. Al igual que el año anterior, Linares (32,8%), La Línea de la Concepción (29,9%) y Sanlúcar de Barrameda (29%) encabezan el ranking.
Asimismo, las 12 de los 15 municipios con menor renta anual por habitante también están en la comunidad andaluza. Las tres primeras, al igual que el año anterior, son Níjar (Almería), ahora con 6.253 euros, Los Palacios y Villafranca (Sevilla), con 6.550 euros, y Alhaurín el Grande (Málaga), con 6.629 euros. Por el contrario, Pozuelo de Alarcón en Madrid, con sus 26.000 euros, casi cuadriplica estas rentas.
Además, cuatro ciudades gaditanas se encuentran entre las siete que tienen menor esperanza de vida. El informe indica que La Línea de la Concepción fue la única de las 126 ciudades estudiadas con una esperanza de vida al nacimiento inferior a 80 años.
Para la organización, “si a estos datos les sumamos el elevado número de lanzamientos habitacionales, 9.175 en el pasado año 2018 (a una media de más de 25 desahucios diarios, según el Consejo General del Poder Judicial), el elevado número de familias que se ven obligadas a ocupar una vivienda por falta de ingresos suficientes para afrontar un alquiler de renta libre, y la inexistencia de viviendas públicas en régimen de alquiler social, nos enfrentamos a una situación de emergencia habitacional”.
Por otro lado, critica la Apdha, los recortes en recursos, tanto económicos como humanos han afectado seriamente a los servicios sociales, lo que lleva en algunos casos a generar la espera de un año para obtener una cita. A ello se le suma, “la ya por si insuficiente y discontinua Renta Mínima de Inserción, concebida por la Junta de Andalucía como solución frente a estas carencias, tampoco está a la altura”. Entre otras cuestiones, denuncian, no ha validado el 77,5% de las solicitudes presentadas para su percepción. Sólo 18.000 de las 80.000 peticiones han sido atendidas, dejando desprotegidas a numerosas familias.
Los Planes de Intervención en Zonas Desfavorecidas, o sus nuevas variantes, afirman, “son altamente insuficientes, ya que la falta de partidas presupuestarias acordes generan frecuentes interrupciones, rotación de personal, y demás deficiencias”. Todo esto motiva, según la asociación, que buena parte de los más de 3,1 millones de andaluces (37,1%) en riesgo de pobreza y/o exclusión social “están hoy abandonados por las administraciones públicas, instituciones concebidos por el Estado de Derecho como garantes del cuidado y auxilio de las personas más desprotegidas”.
La juventud es presa de las adicciones y la delincuencia
Esta situación de inacción y abandono, se acrecienta enormemente en las barriadas periféricas donde la juventud está siendo arrasada por el paro y las adicciones, convirtiéndose en fácil presa de las redes delictivas, aseguran. Esta es una de las causas, señalan, del incremento de la inseguridad en los barrios empobrecidos, enrareciendo con ello la necesaria convivencia vecinal.
La Apdha exige dotar a los barrios abandonados de infraestructuras, equipamientos y servicios públicos de calidad. Proponen diseñar programas de empleo y espacios para la formación y recreo de nuestra juventud, garantizar la estabilidad y la continuidad en la prestación de los programas de refuerzo a la dependencia y de ayuda a domicilio y abandonar el “comportamiento pasivo y complaciente con el deterioro de los barrios periféricos”, regularizando la tenencia de las viviendas para las familias necesitadas y actuando con energía contra los grupos delictivos que imposibilitan la convivencia vecinal.
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