Compartimos un texto que explicita la penosa situación en la que está uno de los centros de investigación de los que más se había presumido durante años, el CENTA, Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua. Se trata de un Centro de Investigación promovido por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, que cuenta con el apoyo de otras entidades públicas y privadas del sector del agua.
En el texto, los trabajadores que quedan en él explican que están sin cobrar y que nadie les está dando norte desde las instancias oficiales. Bajo el título de «¿El final de una gran obra?«, se ha difundido a través de una publicación especializada en temas de gestión del agua, iagua, y también la compartimos a continuación:
¿El final de una gran obra?
«Crónica de una muerte anunciada«, una de las grandes obras del escritor Gabriel García Márquez, bien podría dar título a la situación actual de la Fundación CENTA. El que en 2007 fuese reconocido por la Oficina de la Década de Acción por el Agua de Naciones Unidas como “Centro de Referencia único en el mundo”, y que lleva más de 20 años trabajando en pro del desarrollo sostenible, vive hoy un momento crítico.
Esta historia de desasosiego comienza allá por 2010, una fecha que todos recordamos como el inicio de la gran crisis mundial que afectó de lleno a nuestro país. Recortes, ajustes, «prima de riesgo», fueron términos que se hicieron en poco tiempo dueños de nuestro vocabulario más cotidiano. La gran crisis no podía dejar «vivo» ningún sector: la apuesta por la investigación, el desarrollo y la competitividad quedaron en palabras, en políticas vanas y vacías, en discursos de dirigentes robotizados. Y el medio ambiente, por supuesto, dejaba de ser una prioridad para esta sociedad, obviando que es un elemento clave en el desarrollo de cualquier país. «Hay que esperar a que la situación se normalice», «La llegada de un nuevo gobierno traerá buenas nuevas», «El cambio está próximo»… ¡¡Qué inocentes!!
El CENTA, conocido y reconocido mundialmente como un centro de investigación pionero en depuración de aguas, comenzaba su deriva. El cambio de tendencia en los mecanismos de financiación de la entidad, aprobado por su patronato en diciembre de 2010 y provocado por la disminución drástica de las ayudas directas procedentes de la Administración Regional y Central, ha resultado finalmente inviable. La contención del gasto y la captación de financiación en régimen competitivo no han sido suficientes para poder compensar la caída de ingresos directos y poder soportar la actividad del CENTA.
Aquel centro, que había servido de fondo para tantas fotos de políticos y anuncio de grandes apuestas por la protección y gestión de los recursos hídricos, dejaba de tener interés para unos y para otros. En aquel momento, en el que urgían decisiones firmes y valientes para evitar el hundimiento, el CENTA pasó a convertirse en una bola de fuego que pasaba de mano en mano sin más. Una «patata caliente» a punto de estallar, un balón al que dar patadas para adelante. ¿Dónde estaban quienes debían tomar decisiones? Alguna vez que otra los vimos, luciendo sus mejores galas y sonrisas, cuando entre tanta desolación y olvido había algo que celebrar: día mundial del Agua, 25 años de la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes… nuevamente una foto, una palmada en la espalda, un reconocimiento, un nuevo olvido, un nuevo abandono…. ¡¡Cuánta falsedad!! Grandes mentiras, promesas incumplidas de gente incapaz de tomar decisiones… Nada nuevo en nuestras vidas, todos lo sufrimos a diario.
Y mientras todo esto sucedía, la Presidenta de la Junta de Andalucía, Dª Susana Díaz, ha continuado en todo momento difundiendo su discurso de apoyo incondicional a la I+D+i andaluza, con mensajes tan contundentes como “la Junta va a ser valiente y comprometida con la I+D+i”, “el objetivo es convertir el sistema de ciencia-tecnología-innovación en un motor de desarrollo socioeconómico…” (Acto de presentación del PAIDI, marzo de 2016)…y muchos más.
En estos seis años, CENTA ha sobrevivido gracias al latido de los corazones de sus trabajadores que día a día han dado todo lo mejor de sí para dar vida a este proyecto. En principio, 35, luego 28, 22, hasta llegar a los 15 corazones que hoy en día laten desgastados. Seis años de inestabilidad, de retrasos prolongados en el pago de nóminas, de imposibilidad de ejecutar un trabajo de calidad y de dar respuesta a los compromisos adquiridos. Seis años en los que se ha conseguido mucho: nuevos proyectos europeos (7PM, H2020, LIFE, Interreg SUDOE, POCTEFEX, etc.), nuevos proyectos de cooperación internacional al desarrollo, nuevos proyectos de excelencia a nivel nacional, nuevos contratos con entidades públicas y privadas. Seis años llevando el nombre de Andalucía y su investigación de calidad a múltiples rincones del mundo: India, Palestina, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Costa Rica, Uruguay, Brasil, Marruecos, Mauritania, Túnez, Mali, entre otros, así como numerosos países europeos. Da vértigo mirar hacia atrás y pánico al mirar al futuro próximo.
Sí, es cierto, hemos conseguido mucho, pero no es menos cierto que hemos sufrido más si cabe: bajas laborales por depresión, enfermedades varias, ataques de ansiedad, noches de insomnio, desmotivación generalizada, ilusiones rotas, futuro incierto… Este sufrimiento, esta herida sangrante, se ha contagiado a nuestras familias, nuestros amigos, nuestro entorno.
No pedimos un imposible, ni un desembolso de cantidades ingentes de dinero a cambio de nada. Somos conscientes de que muchos andaluces, muchos españoles, están en la misma situación, o incluso peor. Solo pedimos a nuestros dirigentes, a nuestro patronato formado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, ALJARAFESA, Aqualia Gestión Integral del Agua S.A., JOCA y GIAHSA, que tomen UNA DECISION lo antes posible: o que apuesten firmemente por el CENTA, por sus proyectos y por su trabajadores, aportando luz a este camino sombrío, o den una «muerte digna» a este centro de investigación. Todas las grandes obras literarias tienen su inicio y su fin. Si es el fin del CENTA, que este final se realice con dignidad, mostrando el respeto a esta institución que fue, y sigue siendo, centro de referencia a nivel mundial, y a sus trabajadores. El corazón del CENTA sigue latiendo, sigue bombeando, pero su fuerza y su ímpetu están muy mermados. Los trabajadores de CENTA deseamos que al final de esta situación no tengamos que lamentarnos al decir: «nunca hubo una muerte más anunciada» (Gabriel García Márquez, 1981).
Ante la situación expuesta, os solicitamos vuestro apoyo en forma de “Like” para que los responsables de tomar la decisión que demandamos comprueben que esta petición cuenta con el respaldo del sector del Agua. Ayúdanos a difundir la situación del CENTA. Muchas gracias por vuestro apoyo.
En la imagen superior, el CENTA en una fotografía publicada en su página de Facebook.
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