Tacaña masa social


El portavoz de los promotores de la estatua al Papa Juan Pablo II dice, sobre el manifiesto en contra del mismo, que «no nos importa e incluso nos alegramos de que haya gente que piense de otra forma, algo con lo que la sociedad se enriquece y que por ello respetamos». «Nosotros tenemos el respaldo de una gran masa social».

Ver noticia en:

Promotores del monumento a Juan Pablo II logran la mitad del dinero necesario tras cuatro meses de cuestación

Previous No, ni hablar
Next Sevilla debe aprender

7 Comments

  1. perniculas
    23 abril, 2009
    Responder

    Contra la fe no haya razón que valga. Lo que ocurre es que sin «razón» es difícil convivir. Porque, ¿cómo gobernarnos amparados en disquisiciones y entelequias, en suposiciones, en fantasía, en milagros? (Que por otra parte no existen… salvo que se crea en ellos, claro) De modo que a los promotores de la estatua yo les diría que la levanten en sus templos, donde ellos, amparados en su fe, pueden gobernarse como quieran, pero, trasladarla al espacio público, es obligarnos a los que no compartirmos sus creencias a tragarnos ruedas de molino y, por consiguiente, a revelarnos contra ellos que son absolutamente intolerantes e incaces de ver que los humanos somos seres poliédricos, de pensamiento complejo y «cada uno hijo de su padre y de su madre», dicho en términos vulgares.
    En fin, no me molesta que quieran levantarle una estatua a ese señor en el territorio que gobiernan, lo que me molesta es que se aprovechen de los logros de la RAZON para imponernos su fe. Allá ellos… ¡Infelices!

  2. Anónimo
    23 abril, 2009
    Responder

    Si los seguidores del Palmar de Troya recaudan 40000 € (en tiempos recaudaron mucho más) ¿tendrían por ello derecho a levantar una estatua en el espacio público al Papa Clemente?.
    Un consejo: que dediquen el dinero recaudado a ayudar a las víctimas de la crisis.

  3. Anónimo
    26 abril, 2009
    Responder

    Si pusieran el monumento habría que poner al lado un anti-monumento, una placa con la opinión de los ciudadanos de Sevilla que nos oponemos a él.

  4. 29 abril, 2009
    Responder

    No está tan mal que consigan erigir un monumento a la Intolerancia; siempre será posible organizar, a los pies de tal efigie, reuniones en las que departir amablemente sobre el futuro del Amor, la conveniencia de usar preservativos, e incluso fiestas populares en las que el sexo tenga particular relevancia. Los carnavales podrían partir de los pies de esa estatua; o las Saturnales, reeditadas a la manera de la Roma antigua.
    Es imposible evitar que esa estatua se erija; no sería tolerante aquél que se opusiera por la fuerza. Dejémosles erigirla. Otra cosa es la movida que se agrupe en su entorno. Nadie puede impedir que minimicemos su valor simbólico (que, por cierto, es impresentable).
    Propongo que allanemos el camino para que la erijan; y que luego organicemos un nuevo Parnaso alrededor. Nadie podrá impedírnoslo.

  5. 30 abril, 2009
    Responder

    Sería bonito lo que propone Eduardo, pero apuesto a que las autoridades lo prohibirían y actuarían diligentemente para impedir esa «ofensa a las creencias más íntimas de los ciudadanos». Sólo hay que ver la que se está montando por la propuesta de un diputado en el Congreso de censurar la barbaridad de Ratzinger sobre el preservativo y el SIDA. Lo que se ha hecho en otros países con absoluta naturalidad, aquí es motivo de escándalo. En una ciudad que no permite pagar publicidad atea en los autobuses, el Parnaso de Eduardo sería castigado con la hoguera.

  6. 30 abril, 2009
    Responder

    Por hacer una propuesta en positivo, hay muchos personajes ilustres a los que Sevilla debe un monumento: Pablo de Olavide, Diego Martínez Barrio… podéis seguir la lista.

  7. La Avenida de la Constitución ha quedado muy despejada tras la prohibiciòn del tráfico rodado, aunque el tranvía y los ciclistas no dejen que la calle sea del todo peatonal.Con la inclusión del FNAC la ciudad ha adquirido un aire más actual, con las fotografías de actores y actrices de Andalucía, España y del mundo. Personalmente no colocaría ninguna estatua, por supuesto la de Juan Pablo II está descartada, ya que se pide algún nombre de sevillano importante ¿Por qué olvidarnos de Cernuda?

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *